sábado, marzo 18, 2006

Reloj

El segundero pasa del segundo 44 al 45, luego vuelve, da marcha atrás hasta el 44 y sube de nuevo al 45, y luego otra vez, y otra, y otra, así todo el rato, encallado en un segundo, lo veo cada fuckin' noche antes de acostarme, cuando me siento con las piernas ya desnudas en mi catre, antes de tumbarme y dormir; ese extraño reloj instalado sobre un muelle -a veces hace movimientos locos- que mi dulce madre me obsequió hace ya mucho tiempo, no recuerdo, y que me ha acompañado por una larga sucesión de casas y cuartos en los que he vivido los últimos años -locos, como si estuvieran instalados sobre un muelle- y pienso siempre, medio adormilado, que debería arreglar eso, ese extraño reloj que no está parado ni en movimiento, sino obsesionado entre el segundo 44 y el 45 de las 4 horas y un minuto -no sé si de la madrugada o de la tarde- de un día inidentificado del finales del mes de enero, cuando contrajo su neurosis obsesiva y se quedó así, repetitivo, redundante, moviendo la aguja mínimamente como mueve la pata un animal moribundo antes del fin; y me he dicho mil veces, ahogado en pensamientos absurdos, que no sé cual será la implicación de este hecho mínimo en mi vida, si realmente algo se paró aquel día sin nombre o si todas las cosas del mundo y de la vida están conectadas por hilos secretos,y me pregunto si algún día de estos decido cambiarle la pila -y entonces la aguja pasa del 45 al 46 y luego al 47 y se pone a dar vueltas como dios manda-, volverá mi existencia a ponerse en marcha y abandonará la inmovilidad en la que parece que se ha instalado ultimamente. Tal vez solo haga falta eso para que arranque de una puta vez la primavera que no para de darnos avisos para clavárnosla después, tal vez todo el estado atmosférico del planeta dependa de que yo, una tarde aburrida baje al chino a comprar una pila barata y se la ponga a mi reloj raro para espabile y entonces haga sol ya de seguido, que ayer llovió de lo lindo y se les aguó la fiesta, nunca mejor dicho, a esa alegre muchachada madrileña que ama más al vino y a la vida que a la leyes, cosa, por otra parte, lógica y normal ya que lo aberrante y desviado sería lo contrario, una juventud virtuosa y viernes sin borrachera.

7 comentarios:

ALOMA69 dijo...

Inquietante lo del reloj atascado, es posible que afecte negativamente a tu vida...

Anónimo dijo...

Menudo chasco! Tanta metafísica existencial sobre las implicaciones del tiempo en nuestras vidas estancadas para rematar y resolver tu perorata con una reivindicacion de la ORDENADA ANARQUÍA EMBRIAGADORA de un fin de semana de botellón... No sé, tal vez te hubiese quedado un final de puta madre si el fin llegase en el chino (opinión absolutamente personal).

Es broma. La reflexión que te haces a cuenta del reloj, nos la hacemos muchos desde hace muchos años, y no pienses que arreglar el reloj es fácil (bajar al chino por la pila requiere un esforzado acto de voluntad).

Ánimo y fuerza pa comprar esa puta pila.

Txe Peligro dijo...

Bueno, la deriva en mis narraciones me resulta graciosa. Qué esperabas, un final metafísico-existencial (como tu dices) cutre?

Mola juntar lo humano y lo divino, al menos por una vez.

Respecto al botellón (o macrobotellón) lo que más me llama la atención (poderosamente, como decía el cura de mi cole) es la cobertura mediático-policial -seguimientos en directo por todos los informativos, gráficas, estadísticas, corresponsales, ranking de ciudades- y el estado de alarma social que se ha creado por algo tan banal como gente bebiendo de la bota de vino en la calle, como siempre se ha hecho
En fin, estoy borracho.
Agradezco su crítica, casi nadie lo hace.
Saludos

missangria dijo...

Menuda coincidencia, tengo un reloj despertador que hace el tic-tac como si funcionara y lleva unos tres años en mi mesita de noche en vez de a las cuatro el mío está parado a las tres y ha ido siguiéndome desde que lo cogí de la casa de mi tio abuelo preferido cuando murió, lo dejé a mi amigo I. durante el año en que vivimos juntos y después ma ha ido siguiendo a todas las mesillas de noche que he tenido en los últimos tres años, sin funcionar, yo lo prefiero así, no iré a comprar ninguna pila barata, tiene un encanto que perdería, ese tic-tac empezaría a contar el transcurso del tiempo y ahora marca la nada...

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Uff! un post agobiante, puesto que tempus fugit a marchas veloz y da vértigo.
Saludos!

lidia dijo...

Maticemos, Sin chan es un chico bajito y guarrete, y yo soy una chica muy limpia y muy mona jajaja.

Anónimo dijo...

Digo yo y si lo quería era llamar tu atención lo consiguió, porque ahora ha parado definitivamente dale vida a ese reloj (solo te pide una pila), porque no has de olvidar que nuestra única meta es vivir y que vivir lo hacemos cada día y que en todas las horas de la jornada alcanzamos nuestras verdadera meta si vivimos... Los días son frutos, y nuestro papel es comerlos. (escritor francés)