sábado, junio 20, 2009

No-lugares y no-cosas

Sobre los no-lugares teorizó el antropólogo francés Marc Augé (1935). Ya saben, se trata de esos sitios sin identidad, impersonales, cortados siempre por el mismo patrón y que los ciudadanos transitamos de forma efímera, cuando vamos de paso, sin establecer ninguna relación emotiva con el espacio. El ejemplo clásico es el aeropuerto, ese no-lugar donde cientos almas anónimas esperan durante horas su vuelo a otro lugar lejano –allí es donde realmente quieren estar, avión mediante. Se pasean, se echan una cabezadita donde pueden o se toman un café en cafeterías de plástico en un tiempo incómodo que nadie sabe muy bien para qué sirve y que todos desean ver acabado cuanto antes. Los aeropuertos no pertenecen a ningún país, en realidad es como si no estuviesen en ninguna parte. Sabemos que existen sólo porque los sufrimos. Hay otros no-lugares: los centros comerciales, autopistas, habitaciones de hotel, supermercados, algunas estaciones. Espacios en los que casi siempre estamos solos.

Luego están las no-cosas, que se me acaban de ocurrir a mi y no a Marc Augé. Al crear esta nueva y fascinante categoría filosófica he pensado sobre todo en dos objetos: el boli y el mechero. Cosas que desde su creación hasta que alguien las pierde y acaban en una alcantarilla o al fondo de un cajón desordenado o en un vertedero, pasan de mano en mano sucesivas veces en un viaje alucinante. Porque los mecheros y los bolis no son de nadie ni están sujetos a las leyes de la propiedad privada: son bienes universales. Yo llevo años sin comprar un boli o un mechero, no sé quien lo hace, quienes son los benefactores de la humanidad que los ponen en circulación. Sólo se que llegan de forma misteriosa hasta mis manos y pasan un breve lapso de tiempo conmigo, hasta que por alguna razón, igual de misteriosa, desaparecen y pasan al bolsillo de otra persona. Y esto es hermoso. (Conozco un caso de un sumidero de mecheros, el amigo M. que colecciona encendedores anónimos sacándolos invariablemente de la circulación para arrojarlos en un cajón que ya apenas puede cerrar. Ha tenido algún problema con algún dueño y, cuando estamos con él charlando alegremente en una terraza, procuramos, algo tensos y vigilantes, no dejar nuestros encendedores sobre la mesa). Destacan entre estos objetos los mecheros con publicidad de ferreterías o desguaces (‘Motohostiazo’, por ejemplo) y los sacrosantos bolis Bic azul marino, patrimonio de la humanidad.

Ahora, que he perdido el móvil, Esther me ha cedido su Nokia. Y todo Nokia tiene su cargador de Nokia. Ay, cuantas veces soñé con ser yo esa persona que grita por la redacción, o por la casa, o por el bar ¿alguien tiene un cargador de Nokia? Estos aparatos también son universales, como los mecheros de desguaces y los bolis Bic. Son un no-objeto. Nadie pide uno de Siemens, o de Ericsson, todos quieren lo mismo, como siempre, ya se sabe: un cargador de Nokia. Ya estoy deseando perder esta no-cosa y entrar en la rueda.

Por cierto: ¿alguien....?


Actualización 30-06-2009:

Leo con estupor en la prensa que la UE quiere unificar los cargadores de todas las empresas de telefonía. El 90% de estas empresas se han comprometido a "armonizarse", entre ellas, claro está, Nokia. ¿Qué pasará ahora con los cargadores de Nokia? ¿Seguirán los nuevos cargadores universales siendo no-cosas o pasarán la línea y se convertiran un burdas y aburridas cosas normales? Está claro que tengo la negra.

18 comentarios:

Lalaith dijo...

Yo creo que la gente que pide prestado un boli y se lo queda tiene mucho morro. Los míos ya no los dejo a nadie.

Clementine dijo...

Buena teoría! Yo pierdo un boli bic azul a la semana, parece que llevo al lado un duende roba bolis.

giraluna dijo...

Es bonito tb pensar nosotros, las personas, somos un no-lugar para los mecheros y los bolis, y los cargadores Nokia.
Un sitio de paso. Un aeropuerto? No sé...
Yo le daría un premio a tu sueño.

Miss Wassabi dijo...

Eres un crack...con bolis, con mecheros y con cargadores de Nokia...

Batiscafo dijo...

Jo, varias cosas.
La primera, yo de pequeña sí que consideraba los aeropuertos como lugares, no sé por qué, pero así era. De hecho yo decía que había estado en Londres, por ejemplo, por haber estado en el aeropuerto, y mi hermana siempre se sulfuraba por esto... esto me hace pensar que igual son no lugares porque nuestra sociedad los hace así pero que genuinamente, para un inocente niño sí tienen algo especial que les hace ser parte del lugar del que provienen... qué sé yo.
Y desde luego, las estaciones de tren sí tienen un algo especial relacionado con donde provienen, yo me considero super fan de la mayoría de las estaciones de tren en las que he estado.

Con respecto a los no objetos, yo siempre pienso en el dinero. El clásico billete de mil pesetas. Luego ahí hay que añadir el paraguas y todos mis objetos valiosos que siempre acaban en manos extrañas y usurpadoras.

Yo los bolis se los mango a los alumnos, en un círculo interminable que acaba de nuevo en los propios alumnos. También he descubierto una mina en la secretaría de mi centro...vamos, super diver. Pero bueno, considero que una de mis manías más características es mi obsesión por los bolis G-2 de pilot para estudiar.

Creo que no tengo nada más que decir que también soy super fan de los nokia debido a sus cargadores, aunque con esto de que los han modernizado ahora hay como dos clases de nokia, los que usamos viejunos y ya no compartimos con los más cool y los susodichos cool. De todas formas el futuro será de los cargadores cool.

Y con esto y un bizcocho, te dejo por saludado.

LOLA GRACIA dijo...

Pues yo soy también de Nokia y en mi bolso siempre encuentro una insospechada colección de bolis que nunca compro, ni me regalan...sólo llegan ahí..no sé como.

vaderetrocordero dijo...

Si recuerda bien tengo dos cosas que decirle al señor Augé:

http://elcorderonosecome.blogspot.com/2007/12/cuatro-horas.html

http://elcorderonosecome.blogspot.com/2008/01/cinco-horas-y-media.html

Espérame en Siberia dijo...

No-objeto o no: ¿sabías que primero se inventó el mechero que los cerillos?


Muá :)

Alexcibernetica dijo...

No-cosas como categoría filósofica? y además, inventada por ti?
Joder, txe, si no escribisieses tan jodidamente bien (qué envidia te tengo, a pesar de que yo soy más guapo) tendría que llamarte arrogante presuntuoso.

Alexcibernetica dijo...

Escribisieses, nueva categoría gramatical, inventada por el estúpido.

Sorry. Mi cerebro va más rápido que mis dedos.

Lalaith dijo...

Será al revés, que van más rápido tus dedos, ¿no?

Alexcibernetica dijo...

Me reafirmo en mis palabrss.
Ya lo que me faltaba, que me fuesen más rápido los dedos que el cerebro.
Joder, voy a emborracharme, vaya día llevo...

Anónimo dijo...

Yo necesito Motorola!!

Tesa Medina dijo...

Cuando fumaba siempre aparecían en mi bolso montones de mecheros de procedencia desconocida, si me reunía con amigos los avisaba:

“oye, que si os falta un mechero seguro que está en mi bolso, pero no sé cómo van a parar allí.”

Por el contrario, compro bolis bic, de todos los colores, aunque me gusta escribir con lápiz.
Si tengo que utilizar boli, por imperativo legal, uso el azul.

Las estaciones de tren no las incluyo entre esos no-lugares, porque en mi memoria evocan los viajes de los que me alimenté en mi niñez y adolescencia con los novelones del XIX.

En cambio, la salitas de espera de cualquier consulta… Me dan ganas de saltar por la ventana y desaparecer.

Uso Nokia, pero no por el cargador, sino porque soy capaz de utilizar el teléfono sin tenerme que leer el manual.

Tú post de hoy provoca mi lado más surrealista. Casi siempre me provocas, y eso está bien.

Besos, Txe.

Unknown dijo...

que buenos comentarios haces, tesa.

Olalla dijo...

Qué bonito eso de las no cosas ¿no?

Ya sé que les contestaré cuando me digan " pero no te quedes con el mechero".

Beso.

Anónimo dijo...

sublime. Perfecta conexión.

nomesploraria dijo...

En otra categoría estarían también las no-personas: las que a veces nos atienden sin mirarnos detrás de una ventanilla o las que nos llaman a la hora de la sacrosanta siesta para que nos cambiemos de compañía o cuando son grabaciones, voces metálicas, nada.