lunes, julio 09, 2007

Pequeñas perversiones

El primer coño que vi lo saqué de un pequeño sobre blanco que me entregó Adolfo aquella mañana antes de la clase de matemáticas. Después, los misterios del cálculo y el álgebra me parecieron nimios ante el desconcierto de aquel pedazo de cuerpo arrugado, flácido y colgante. Adolfo fue el primero que tuvo los huevos de pedir revistas porno en el kiosko de su pueblo y se convirtió en un fiel divulgador de la secreta anatomía femenina y las más oscuras prácticas del sexo. Un par de veces por semana aparecía con aquellos pequeños sobres blancos que repartía muy discretamente entre sus mejores amigos. Los sobres contenían fragmentos recortados de las páginas de las revistas que compraba, Adolfo se esmeraba para que en la porción de cada uno hubiera algo de interés por ambas caras y en eso era un maestro. A veces te tocaba una anónima teta siliconada en una cara y en el dorso una porción de mamada. Luego, en el recreo, comparábamos nerviosos, ocultos de los ojos no iniciados, lo que nos había dado a cada uno.

María ya nos parecía una macarra y aún teníamos trece años. Tenía unas espesas cejas negras y el cuello lleno de mordiscos. Nos hablaba de sus múltiples amantes: el motero que la paseaba en su Harley, el camionero que le llevaba en su camión a sitios raros. Una vez faltó a clase durante unas semanas, a su vuelta dijo que un marinero se la había llevado en barco a cruzar no se qué mares. Por alguna extraña razón que se me escapa todos aquellos hombres mitológicos tenían la insólita obsesión de hacer viajar a María en sus respectivos medios de locomoción. Yo, que no tenía ninguno de esos medios, podría haberla llevado entre mis brazos, pero era enorme y, además, fea. María también manejaba algo de material porno, principalmente una revista titulada Polvo Violento, que decía encontrarse cada mes en una papelera de su barrio.

A Gabriel le sorprendieron durante un recreo encerrado en clase cascándose una paja con la revista futbolera Don Balón. No se qué ha sido de él ni que excitación encontraba en las fotos de las plantillas de los equipos de la Liga.

Hace años, muchos años, que abandoné aquel colegio. Las noticias que ahora me llegan hablan de drogas y otras cosas. Como una adolescente de la que se difundió un video casero en el que se masturbaba mientras decía, entre sollozos, quiero ser tu puta. Era un regalo para su novio que fue interceptado y divulgado, tal vez por él mismo, en un fascinante momento de irresponsabilidad. Tanto que la niña, dicen, tuvo que dejar el colegio y, su familia, la ciudad. Pero esto son solo rumores.

La ignorancia nos hacía perversos polimorfos. Íbamos, todo hay que decirlo, a un respetable colegio de pago.

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Los nombres se ha modificado para proteger a los culpables.

El otro día recité para presentar el libro, veanlo pinchando aquí.

28 comentarios:

Batiscafo dijo...

oye, jose luis garcía martín me dio a mí clase de literatura, sólo fui a dos clases ( y ni siquiera enteras) porque un día recitó la canción del pirata tan mal tan mal tan mal.. que no me podía hacer eso a mí misma.
Además, el muy mamón sólo pone a Manuel Machado en sus exámenes..
ey, el otro día me estabas contando lo de el recital mezclado con satie pero desapareciste!, me acordé al día siguiente
bueno nada, que un placer y... vaya preadolescencia, eso sucede por ir a un colegio de pago, en los públicos no pasa eso, o al menos si pasa es a lo real y no en fotografía
un saludo grande

Anónimo dijo...

que importante,señor Txe. Que bonitas iniciativas trovadoras.
Cómo va ser el título del libro?

Muchos animos!

Abril dijo...

Venga, otra fan entregada (declarada).
Genial, como lo que he leído.
Aunque acabo de comer...
Ciao.

Lorermy dijo...

Tu crees q sea eso jajaja no creo :P
SALUDOS
ciao!!

ALOMA69 dijo...

Lo que me he reído sobretodo con lo de Don Balón, truculento y suculento, !!!ja, ja!!!

Estupendas batallitas iniciáticas.

Los colegios de monjas eran los mejores, además íbamos chicas solas, siempre había alguna que se tenía que hacer pasar por el galán de turno, la cosa era bastante depravada como se puede imaginar...

Interesante vida cultural, el enlace queda muy bien después de contarnos tan interesantes aventuras, especialmente lo del monasterio, !!ja, ja!!

Saludos y perdón por la extensión del comentario.

Anónimo dijo...

Felicidades por lo del libro :)

Beatrix Kidoo dijo...

Mi amiga de infancia y yo robábamos los playboys e interviús del bar de sus padres... era una aventura emocionante (aunque creo recordar que por aquel entonces pensábamos llegar vírgenes al matrimonio... las vegas se nos antojaban vomitivas)

BESOSALIDOS

Anónimo dijo...

aix...
la iniciacion sexual!
yo aun recuerdo como en una excursion, una compañera de clase me propuso un intercambio de informacion púbica (imagenes en directo) pasando con el bus por delante de colon...
fue tan emocionante!

el nombre... dijo...

por desgracia, y por "evolucion" las perversiones van mutando con los años!!

felicidades por tu libro.

Anónimo dijo...

Enhorabuena. Y digo yo ¿Los del correo no podían haber puesto una foto más grande?

De perversiones no opino porque no entiendo

Un beso, Miriam G.

missangria dijo...

Me encantan estas historias de colegio, con sus personajes y aventuras, intercambio de revistas porno, y poluciones adolescentes...

Saludos,


p.D: Yo por aquel entonces como beatrix kidoo creía llegaría virgen al matrimonio...

Anónimo dijo...

Pues mi primer coño lo ví tras la desafortunada iniciativa de abrir una puerta del baño en la casa de verano sin llamar primero.
Ver a tu tía de 60 años desnuda dentro de una bañera con tan sólo 8 añitos, es lo que los profesionales llaman un "trauma infantil de por vida" y lo que yo llamo "una putada que crea disfunciones eréctiles de por vida".
Ya no abro puertas sin preguntar.

Ale dijo...

¿protegerlos de que?

juan rafael dijo...

Las generaciones con sus nuevos medios traen nuevas sorpresas.

Anónimo dijo...

"un fascinante momento de irresponsabilidad"
Qué grandes me parecen siempre esas pequeñas expresiones.

Unknown dijo...

Creo recordar que los primeros coños que vi yo fueron a punto de empezar un entreno del equipo de fútbol del cole, allá por 6º o 7º de EGB, en una de las bandas del campo. Se formó tal remolino alrededor del chaval que traía la revista que fue inevitable que el entrenador se diera cuenta y la confiscara. Pero ese día fue el inicio de una pequeña y emocionante época cleptómana, en que aprendí una gran lección: el que quiere sexo en la vida, se lo tiene que currar. Conseguí mantenerme virgen en cuanto a ser cazado por los kioskeros, pero empecé a perder otro tipo de inocencias con obsesiva obstinación...
saludos, y felicidades por los éxitos literarios!

Anónimo dijo...

Los primeros descubrientos sexuales suelen ser furtivos y algo fuera de tono, luego todo se va tornando del suave resplandor de la monotía con el tiempo.
Un abrazo.

vaderetrocordero dijo...

Estos chiquitos se nos suben a las barbas...

El detective amaestrado dijo...

Coño, que cole mas guai...

Patri dijo...

Me atrapas con tus palabras, es increible lo bien que escribes, es como si una estuviera allí...

Enhorabuena por el libro.

besotesssssssssssss

Marede3 dijo...

Yo también iba a un cole de pago, de clase bien, y la pornografia tambien estaba a destajo en según que recreo, me acuerdo de uno que se pajeaba con la revista venca! Triste pero cierto.
Felicidades por el libro.
Suerte y besos.

MALEFICABOVARI dijo...

Me echaron de cuatro coles.... odio esa época, era una rebelde que la jodía todo el rato, y una puta incomprendida. Y luego las leyendas... tanta gente de clase que acabó cómo el culo... no se, no me gusta nada recordar esa etapa de mi vida... será porque era bien distinta de ahora, y bastante bastante hija de puta. Y eso no me enorgullece. Ah, el don balón... mítico.
Bsazos¡

nancicomansi dijo...

SAnta inocencia-naïf!!! dentro de un sobre blanco...es ahí donde se ve lo del cole de pago!!!
Diez años. todo cuarto de E.G.B, en un recreo, flipando con el poker lleno de tetas y culos que le birló Inma a su hermano mayor...las monjas nos las pillaron. Ni te cuento lo que duró el martirio del sentimiento de culpa, aich!!!

yo, la reina roja dijo...

A mí no me pasaban sobres blancos pero me llegó una baraja de cartas que me imagino eran como los recortes de Adolfo. La baraja era de un tío mío, algo descuidado.
¡Qué cerca están los niños del sexo! Casi más que de las muñequitas, los coches y los balones.

Alnitak dijo...

Esa es la historia de todas las infancias. Mi colegio era de monjas pero mixto así que más de lo mismo.
Felicidades por el texto.

sb dijo...

de pequeños somos crueles, egoístas y buscamos siempre el aplauso ajeno.. lástima que el crecer no nos haga mejores...

Absurdo Rutinario dijo...

Mirar en el pasado es abrir puertas de lo más insólitas.

El negocio es el negocio pensaría su compañero que con probabilidad podía haber acabado como gestor de una discográfica dedicada al R&B, donde prostituyera a todo el cartel de artistas feminas obligandolas a enseñar cacho en sus videos.

Lo de la macarra de 13 años es casi comprensible. Casi. A quien no le gusta viajar. A Algunos les llega antes el afán explorador.

Cascarsela con la revista de Don Balón es de pésimo gusto. Teniendo los coleccionables de cromos Panini.

¿Una novia que decía quiero ser tu puta a su novio mientras se masturbaba? Se acabo el feminismo. Fijo.

Un abrazo.

P.S. La foto de la presentación muy pequeña. Un pena. para sus admiradores.

Expediente X dijo...

Cada uno con su historia,
yo diría que hay perversiones que pueden resultar un Expediente X ¿por qué no?, je , je.