martes, enero 29, 2008

Palabra de empresario

Me gustan los niños porque sus pequeños cuerpos pueden introducirse en estrechos y oscuros túneles dentro de las minas –sus dulces naricitas tiznadas de carbón- para realizar diversas y útiles tareas. Pero también por sus dedos finos que les permiten reparar complejas y peligrosas maquinarias industriales allí donde la mano de una adulto no puede acceder, sus dedos valen mucho y poco al mismo tiempo. Los niños son fácilmente manejables y pueden trabajar hasta dieciocho horas cada día sin apenas descanso, sin protesta, sin derechos laborales. Adoro la infancia, me subyuga la candidez de aquellos cuya inocencia no ha sido aún mancillada, la pueril debilidad. Me gustan los niños. Sobretodo con patatas.

33 comentarios:

Belén dijo...

Yo no, la patata y la carne va mal si las juntas en el mismo plato... mejor con pisto ;)

Besos

Tu inquilina dijo...

Ahora no se si me voy a cebar demasiado perop puestos a decir barbaridades...os cuento un chiste muy animal:
- que tiene mas gracia que un niño muerto?
- un niño muerto vestido de payaso.

Vale, me cebe, lo siento, es que ese post desperto lo peor que hay en mi..soy profe, a veces me siento asi :P

Inquilina

Unknown dijo...

En Alemania, cuando se oian bombas y explosiones, miles de niños judíos, metían sus deditos inocentes dentro de armas y de balas, ya que eran tan diminutos que eran los únicos que podian usar para limpiarlas. De esta manera y como tapadera, mas de uno pudo salvar la vida.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Otra ventaja.....son desechables, con eso de la sobrepoblación esa mano de obra barata se consigue rápidamente......

Tenebrosas esas mentes de empresario, más aún los sueños que han de tener.....

Santiago Bertault dijo...

Me recordo un poema de William Blake de sus cantos de experiencia
¡El poema del post anterior impresionante!
Un placer como siempre pasar por tu blog
Saludos

Miriam G. dijo...

No sé txe, no sé. Es la tercera vez que lo leo, no me convence, pelín panfletario.

Un beso, Miriam G.

E dijo...

Joer, qué chungo.

Por cierto, de empresario también es el consejo comercial de jugar a la ruleta, ¿no? Dí que sí, actualicémonos oh, nosotros, hombres y mujeres desactualizados.

(Era todo para quitarle hierro al cuentecico)
: )

Anónimo dijo...

Coincido en parte con Miriam G. (yo llegué a la misma conclusión a la de 2). Demasiado bien acostumbrados nos tienes

Anónimo dijo...

Bueno, no es su palabra, si no la del empresario explota niños. Yo enviaría el texto a la OIT al concurso de micro relatos, o a Unicef "Los niños cuentan", o a Nike (que hace deportivas con mano de niño barata)...No sé.

Lola García dijo...

Uff, qué duro Txe. Qué fuerte.
Jo, es que me he quedado un poco en shock.

Lola.

Luciérnaga dijo...

Yo me quedo con lo que dice.

ágatas, cueros y cristales dijo...

Efectivamente, Qué conveniente es ignorar...a esos niños que algunos se comen con patatas.

Luna Carmesi dijo...

Tambien hay hijos de puta que les gustan las braguitas de las niñas.

Hay estomagos para todo...

Miriam G. dijo...

Mi humilde opinión es que hay temas con los que NO se bromea; hay realidades que no admiten sarcasmos ni ironías ni enfoques perversos aunque sea para denunciarlas. Hay campañas que lanzan las algunas ONGs que tampoco me gustan, y su fin no puede estar más claro, pero la forma, la forma...

Un beso, Miriam G.

Anónimo dijo...

A MIRIAM G. Estoy de acuerdo con usted. Sin embargo, las frivolidades contadas con respeto sí que pueden mover conciencias. creo que lo último que se está haciendo en este texto es bromear, desde el mismo momento en que se lee el título. (Claro, hay ONGS que lanzan campañas desastrosas, oportunistas a morir). Un saludo.
Claudia

Miriam G. dijo...

Txe sabe que le adoro. En ningún momento he dudado de su honorable intención.

No sé si puedo decir lo mismo de todos los comentarios.

Un beso, Miriam G.

Raquel dijo...

A mí es que ni con patatas, oye...

Batiscafo dijo...

tenías que haber vivido en el siglo XVIII en gran bretaña..
oye, vás a venir por carnaval?

juan rafael dijo...

Mis niños se comerían las patatas y si te descuidas a ti, je,je.

La pena es que para ver eso ya no hace falta ir al Tercer Mundo.
Saludos.

De antes más dijo...

Supongo que es broma. Humor negro? De todas maneras no me ha gustado.

Ispilatze dijo...

Me gustan los niños porque mucho, muchísimo después de que dejara de ser niña, me enseñaron a jugar con ellos. Y les invito a patatas y nos reímos del lobo. :)

LOLA GRACIA dijo...

Y pensar que hay gente así de verdad por el mundo. Besitos, TXE

Igrein dijo...

Pues a mi este post me pone de mala ostia... aunque, la verdad, es que últimamente muchas cosas me ponen de mala ostia...

Un beso.

Anónimo dijo...

Lo siento txe, no me gusta.. pero nada. Ultimamente te veo flojo.

Anónimo dijo...

Los niños son el alma del mundo, yo ahora queno trabajo con ellos siento que me hace falta algo. Empezar cada uno de mis dias con una sonrisa infantil era como una bocanada de aire al comezar mi semana.

Anónimo dijo...

Txe, aún están siendo dulces contigo; el texto es un bodrio.

Para mí lo más llamativo es el título, muy sintomático de la ideología de una izquierda bocachancla que se pasó el siglo XX entero echando mierda sobre la palabra "empresario".
Particularmente en lugares como Asturias, donde va tanto rebaño con el traje regional de dinamitero, "empresario" ha acabado siendo algo peor que un insulto, una especie de lacra moral.
Pero mira por dónde, alguien tiene que crear empleo -(no podemos ser todos charlatanes o pensionistas o funcionarios)- y hasta los propios gobiernos socialistas han tenido que idear planes escolares de "fomento de la cultura EMPRENDEDORA" para combatir en lo posible -eufemismo cursi incluído- el efecto social de esa demagogia barata que otros cultiváis.

-(Ahora tus fans me dirán que dónde voy, que no entiendo nada, que era simplemente un relato, etc...)-

Txe Peligro dijo...

sí, es una figura retórica. Con chistera y puro.

Eloisemoi dijo...

un pensamiento cruel o ... patético.
Seguramente tendria ese ser" problemas de digestion GENERAL.

la cónica dijo...

Hay situaciones nauseabundas. Intentamos, con éxito casi siempre, evitarlas, perfumarlas. La denuncia de su existencia se apoya a veces con datos y cara de dolor. Pero lo que me gusta de tu texto es que no expone la situación ningún defensor de la infancia. Es un explotador minucioso, irónico, increíble y sin embargo, real.

Besos.

Anónimo dijo...

es verdad: ¡¡ todo lo perfumáis!!

Roccocuchi dijo...

muy lindo y candido!

Vonplatz dijo...

Lo de las pajas mentales es algo que se piensa pero que no se debe decir. Así me gusta Txe, vas rompiendo nuestros queridos tabúes bourgouise. La verdad es que la imagen da un poco de asco, el culto con libro de Heidegger en la pelu, pensando en lo guay que es, pero el inverso es poético y bonito. El joven con peinado de pinchos escuchando a bacalao en una galería de arte, muy Ken loach.

Anónimo dijo...

-qué cosas tan distintas ve cada uno en un texto, verdad?-