lunes, diciembre 22, 2008

Ovillo

En la Plaza de Callao se bifurca el mundo: para ir a Sol hay dos opciones: el Camino de la Izquierda, que es la calle del Carmen, y el Camino de la Derecha, que es la calle Preciados, ambas comerciales y bulliciosas, paralelas, ambas me gustan igual. A veces no se cuál de las dos coger y me tiro un rato pensando, indeciso. Finalmente me decido y enfilo la que sea, eso depende del día, del estado de ánimo, de la conjugación de los planetas. Pero ya voy pensando, entre la marabunta, haciendo slalom entre promotores de ONG y estatuas humanas, si no habría sido mejor coger la otra; quién sabe si, de haber sido mi elección inicial la contraria, me hubiera sucedido algo especial. Encontrarme un amigo –o hacerlo-, presenciar un eclipse, que se me aparezca el arcángel San Gabriel y que me haga santo –aunque esto lo dudo mucho-. Algo, no sé, que me cambie la vida o el día, todos son tan parecidos...

Como a mitad de trayecto hay una pequeña calle que las vuelve unir por un momento, se presenta de nuevo la opción de cambiar de camino, así que (qué coño) a veces – sólo algunas veces, otras no- opto por cambiar de calle y continuar por la que en principio deseché. Pero entonces ya vuelvo a atormentarme con qué hubiera sido de mí de haber seguido recto por la primera, si hubiera sido víctima de un atentado masivo, o escuchado a algún nuevo músico callejero, o encontrado un billete de 500 euros –que dicen que existen y que son morados- arrugado sobre una alcantarilla.

Al final las dos acaban igual, en Sol, donde los predicadores ultraconservadores y los chaperos transalpinos, y yo me sumerjo en el metro, espero en el andén, tratando de poner la cabeza en otra cosa, consiguiéndolo ya, atrapado en la lectura, hasta que llega el tren retumbando y vuelve la eterna duda: ¿en qué vagón entrar? ¿qué puede pasarme ahora?

(Dicen que hay infinitos universos paralelos. Cada vez que se arroja un dado, el mundo se divide en seis.)

Cada mínima decisión es un giro en el laberinto en el que usted vive. Todos esos laberintos, formando un ovillo, conforman el mundo.

22 comentarios:

Unknown dijo...

yo en el metro conoci a una persona que me cambió la vida... y aunque ahora ya no comparto ratos con ella por que anda muy lejos.... akel dia elegí bien :)

(para el proximo viaje te aviso)

Besos, y que tengas bu3nas fiestas.

Anónimo dijo...

Una vez, llegué al horizonte de mi vida y me encontré con mi universo paralelo... Era perfecto! Pero el tiempo no se detenía, seguia y seguia inevitablemente, haciendo que nos separasemos... volviendo a ser paralelos, volviendo a ser lo que eramos. Vivir en el abismo de nuestro horizonte no era posible,... Ahora seguimos nuestros caminos y a veces nos volvemos a encontrar en el abismo, solo que este lo hemos construimos nosotros.

Merce dijo...

Hace tiempo escribí en mi blog sobre la "ley del efecto involuntario", de la que habla Julian Barnes en su novela "hablando del asunto", si te paras a pensarlo, cualquier mínima decisión puede cambiar nuestra vida...

A mí me gusta mas Preciados...

LOLA GRACIA dijo...

Este post me hae añorar Madrid, con desesperación

giraluna dijo...

las dos calles tienen su encanto
pero si estás en una no puedes estar al tiempo en la otra, jejeje
pero sí, a veces en la vida, decisiones tan sencillas nos pueden cambiar cosas...
aunque te dirijas a Sol, ir por una calle u otra, puede cambiar tu objetivo...
está guay lo de los laberintos y el ovillo... la trama en la que todos vivimos, que nos enreda y nos vuelve a enredar y otra vez igual.
me ha encantado lo que ha escrito. como sigas así me vuelvo a enganchar.
¿a que estoy guapa en la foto? :P
feliz año ceronueve.
beso.

Lalaith dijo...

Qué bueno!

la cónica dijo...

A veces pongo un problema: con un número de cruces y sin volver atrás, en un laberinto que dibujo esquemáticamente, ¿cuántos caminos diferentes hay entre dos puntos fijados? A los chicos les gusta.

Un abrazo

silvi orión dijo...

lo prometido es deuda
http://lavidarima.blogspot.com/2008/12/alegras-del-incendio.html

un beso, imaginario!

Anónimo dijo...

Mi decisión en el laberinto -fase navideña- es no acudir al centro, en estas fechas no es bullicio, es espanto.

El opositor enmascarado dijo...

Eso mismo pienso yo muchas veces, si en lugar de opositar a Notarías hubiera entrado a trabajar en un despacho seguro que mi vida hubiera sido diferente. Pero ya no hay forma de volver atrás y como usted dice cambiar de calle a medio camino no es más que otra bifurcación.

Anónimo dijo...

A mi esas calles me parecieron terribles todos los años que viví en Madrid, en especial una temporada durante la que un gaitero infumable tuvo en Preciados su escenario permanente. Le odiaba.

El lunes estuve en la Calleja y la vi como siempre, excepto como los camareros. Tiene un poder reconfortante especial.

Igual nos vemos por los bares (de Oviedo, claro)

Anónimo dijo...

Yo si te reconoceré, pero seguramente no me atreva a decirte nada. Bueno, depende de lo entrada que esté la noche.

No se muy bien cuales son los amigos que tenemos en común, me he perdido un poco (lateros de zinc? ray&cube?)

Txe Peligro dijo...

sí, los lateros, al menos dime como te llamas.

saturniana dijo...

mil mundos y todos en este, qué vértigo...

Sombras en el corazón dijo...

Últimamente tengo que tomar esa decisión a menudo; y marcarse la meta de llegar al otro lado sin que nadie te pare, es un logro.

¡Felices Navidades y Feliz Año Nuevo!

Un abrazo

Anónimo dijo...

Esa callecita entre el carmen y preciados a mitad de camino, tiene hasta nombre a pesar de ser tan pequeña, se llama rompelanzas, siempre me fijo en la chapita azul, encima de la tienda de perritos y gofres.
Fíjese.

Anónimo dijo...

Qué buena vista tienes, no?

Claudia

Txe Peligro dijo...

buena vista?

Batiscafo dijo...

jo, me has recordado cuando mi excompi de piso y yo discutíamos ferozmente sobre qué camino era más corto para llegar al Conservatorio de Oviedo desde nuestra casa (la que estaba encima del Museo de bellas artes) si la derecha o la izda... nos llegamos a cronometrar, lo cual es absurdo, porque él era muy tramposo y seguro que corría...
muchos besos

Anónimo dijo...

si, buena vista. No sólo de estrellas.

kay dijo...

Echo de menos -MUCHO- tus teorías habladas... me conformo con las escritas -de momento- pero te mando un abrazo gigante, de esos que te daba corriendo por el pasillo en plan musical. Mua mua requeteeee (salto)... mua!

Anónimo dijo...

PUES LO DE LOS UNIVERSOS PARALELOS ME INTRIGA, PERO LO DE LAS PAJAS DE QUÉ CAMINO COGER, CUAL DEJAR, PENSAR EN QUE SE PIERDE O QUE SE ENCUENTRA ES MÁS BIEN PURA NEUROSIS.

QUE LA DISFRUTE Y QUE NOS SIGA HACIENDO DISFRUTAR TANTO.