lunes, mayo 11, 2009

Fragmento

Llegué arrastrándome casi al amanecer y en casa, en nuestra habitación, estaba Natalia con la maleta abierta encima de la cama, enfrascada en ese acto tan teatral de guardar todas sus cosas para marcharse. ¿Qué haces?, dije yo. Me voy, dijo ella. ¿Adónde vas?, dije yo. A casa de mi madre, dijo ella, dónde me voy a ir. ¿Por cuánto tiempo?, dije yo, con la lengua resbalándome por los efectos de la noche. Estás borracho, dijo ella. Te he preguntado por cuánto tiempo te vas, dije yo. O drogado, dijo ella, borracho o drogado. No estoy borracho, dije yo, bueno, sí, o no, qué importa eso ahora. Eso es precisamente lo que importa, dijo ella. No puedes marcharte, dije yo, y sentía que mi cuerpo y sobretodo mis párpados pesaban varias toneladas. Sí puedo, dijo ella. Es el numerito de siempre, dije yo, tu teatro de siempre, y me tumbé en la cama a observarla. Ella no dijo nada. Encendí un cigarrillo y esperé a que se le pasara el enfado, normalmente solía servir con que le ofreciera mis disculpas más sinceras, que me humillase un poco, que le abrazara por la espalda y le besara el cuello hasta ablandarla. Ella seguía metiendo bragas, camisetas, pantalones, algunos discos en la maleta. Cuando acabo con la primera maleta fue en busca de otra. Yo la seguía observando y ya iba por el tercer cigarrillo. En la segunda maleta metió algunos libros que reconocí como sus preferidos, algunas fotos, unas toallas. Cuando acabó con la segunda maleta sacó una pequeña bolsa de deporte. A mí se me habían acabado el tabaco. ¿Tienes un cigarro?, dije yo. No, dijo ella. Vas a quemar las sábanas. Aunque a mi eso ahora me da igual, por mi como si te calcinas. Después de llenar la bolsa de deporte con frascos de cosméticos y demás cosas del baño se fue al salón. La oí llamar a un taxi. Esta vez si que le ha dado fuerte, pensé, está montando una buena farsa. A los pocos minutos volvió a la habitación, se puso la bolsa de deporte al hombro y cogió una maleta con cada mano. Ahí te quedas, dijo ella, y salió de la habitación. Decidí que ya estaba bien de forzar las cosas, que ya era hora de que yo cediese. Me levanté y la alcancé en el pasillo, cerca de la puerta, la agarré por el hombro. Venga pequeña, dije yo, no te vayas. Me voy Marcos, dijo ella, ya te lo he dicho. Esta vez no es una broma. Esta vez es definitivo. Venga, no seas tonta, dije yo, quédate. Le ofrecí mis disculpas, me humillé un poco, la abracé por la espalda, le besé en el cuello tratando de ablandarla. No sirvió de nada, parece que esta vez iba en serio. Me voy Marcos, dijo ella, déjame. Me espera el taxi. No te vayas, dije yo. Y entonces salió y cerró la puerta. Se había acabado el teatro.

29 comentarios:

giraluna dijo...

a mí más bien me ha parecido un partido de tenis al leerlo :P

me gusta el título, un fragmento. De la obra de teatro.

giraluna dijo...

y de repente el espacio entre lineas...
qué misterio eres Txe, jiji...
beso.

. dijo...

Sayonara, baby.

Comtessa d´Angeville dijo...

La escena resulta tan familiar que pica... Aunque siempre me tocó hacer el papel de él

Txe Peligro dijo...

¿qué es mejor irse o quedarse?

Belén dijo...

La cuerda, de tanto tirar, se rompió...

besicos

giraluna dijo...

yo me iría, pero no sé qué es mejor,
¿quién lo sabe? yo no.
y hay tantas variables en esto del amor, Txe, no sé... si lo pienso friamente y lo analizo desde fuera, la chica ya no puede más y su decisión es firme, o lo parece. Ambas cosas. Pero esto es teatro ¿o no?

Comtessa d´Angeville dijo...

Es peor para el que se queda. La decisión la toma quien se va, el que se queda no tiene elección.

(también, todo hay que decirlo, a veces es un alivio que se vayan)

Raul dijo...

"La termodinámica del asunto...", "Fragmento..."
cualquiera podría inferir que acaba de dar boleto a alguien o esta en ello ( o viceversa)

jota dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
vaderetrocordero dijo...

Mejor quedarse. Lo de volver a casa de tu madre es un puto infierno. Quedarte solo, por el contrario, es una gozada.

Alnitak dijo...

Es que hay veces que el teatro dura demasiado...
Yo creo que es mejor irse si tienes a dónde ir, porque como bien dicen el que se queda no tiene elección, pero es mejor quedarse si no tienes a dónde ir, porque quedarse solo con los fantasmas de un espacio que fue compartido es horrible, pero irse solo a ninguna parte, muchas veces te lleva a volver donde no deberías.

Alnitak dijo...

Si no me equivoco creo que el otro día le vi de lejos por la calle, Sr. Txe, es lo que tiene Madrid, que al final, como el mundo, es un pañuelo.

Clementine dijo...

Es mejor quedarse, porque por lo menso no piensas en ¿Y si tomé la decisión equivocada? y te martirizas por ello.
Después solo queda comenzar de nuevo. Después de morir en vida algunas horas, días..

(te descubrí por lata de zinc, y me gusta leerte :) te sigo,además tb soy de oviedo)

Anónimo dijo...

Es más fácil quedarse pero es mejor irse, creo yo, porque al menos así te mueves en alguna dirección.

Besos astures

Anónimo dijo...

Oye vaya honor eso de que te descubran vía Lata de Zinc, ¿no? (ahora fijo-fijo que ya sabes quién soy, jeje).

:*

Txe Peligro dijo...

pues no caigo..

echar un remiendu dijo...

Txe... espero que no sea autobiográfico y que antes de llegar a las maletas encima de la cama ya hayas conseguido solucinarlo todo.

...otra astur...

Anónimo dijo...

Home cómo que no caes Txe, de la Lata y que lea tu blog… a ver, a ver…
Afroastur para más señas!
jaja

Txe Peligro dijo...

Sois muchos en la Lata, y estaría bien que más de uno leyera el blog :)

Nabil?

Anónimo dijo...

Pero desde cuándo Nabil ye de la Lata? Soy Raki, hombredediós ;-)

Txe Peligro dijo...

ahhh! Afro por el pelo!! no sé como el es medio asiático... :)

Pero Raki, tu eres una vetusta lectora de este blog, no tienes que andar con misterios!!

Jota dijo...

este tipo de entradas son las que me alegran el dia

C. dijo...

Como dirían los mexicanos de los argentinos: "sencillito y carismático". Me gustó mucho.

Francisco Cenamor dijo...

Bueno Txe, aunque ya te enlazamos por otro asunto, ahora haremos un breve comentario de tu blog para que nuestros lectores y lectoras se den una vueltecita. Será el viernes 22 de mayo.
Un saludo.

La Maga dijo...

Cotidiano, muy cotidiano este fragmento. Lo digo por lo de que se acaba el tabaco por la noche cuando regresas a casa de juerga.

Txe Peligro dijo...

y qué lo diga, compañera

Virginia Fuster Abad dijo...

Si quiero a la otra persona no podria irme, nunca... aunque monte el numerito siempre terminaria en sus brazos...

la cónica dijo...

es la sensación de qué hacemos esta noche: nuestra función favorita, en estas circunstancias. la que siempre parece que se acaba, con sus trucos de continuidad pero que misteriosamente, al menos para uno, esta vez sí se acaba. Cuando la cosa no va tan mal, hay que echarle un par para terminar.

Besos