lunes, marzo 29, 2010

Videoclip

Nos gusta la música porque nos gustaría que la vida fuese un videoclip. Yo siempre me relato el futuro como si así fuera: me imagino cogiendo un coche en verano y viajando al sur, sacando la mano por la ventana y dejando que sea mecida por el viento, parando en polvorientas gasolineras y áreas de servicio, colocándome una botella de horchata congelada en los cojones, sudando, con gafas de sol y buena música de fondo. El pasado también me lo imagino así, claro (porque el pasado también se imagina). A veces uno se pone una canción, se enciende un piti y se queda inmóvil en la silla, con los ojos bien abiertos, casi sin parpadear, moviendo apenas el brazo para llevar, a cada rato, el cigarro a los labios, después al cenicero rebosante. El poder evocador de la música no tiene parangón, tan sólo es comparable con el de algunos olores, así que en ese momento uno no está mirando a ninguna parte, ni siquiera al aire que tiene delante, sino que está recordando todo lo que la música le trae a la cabeza, pero no en una narración continua como una novela, si en no imágenes entremezcladas, cortadas y editadas como en un videoclip, porque así se presentan los recuerdos, sobretodo cuando son arrancados del centro del cerebro por canciones, y porque además lo recuerdos son ficción, como los videoclips. También cuando uno se pone los auriculares y sale a caminar, entonces uno está en un video, yo soy de los que de pronto me sorprendo en el reflejo de los escaparates dando brincos con el subidón de turno, o cabeceando violentamente en el vagón metro al ritmo de un riff de guitarra descerebrado, no puedo evitar bailar cuando camino, ni ir canturreando, por eso me miran raro, porque quiero, como todos, que mi vida sea un videoclip.

16 comentarios:

Estepa Grisa dijo...

Totalmente de acuerdo.
Visto de otro modo, queremos que nuestra vida sea una película, la música la banda sonora.

Belén dijo...

Pues mi vídeo clip será de hard rock, pero con motos y esas cosas...

Besicos

. dijo...

Ay, me encanta sentirme así.

:)

eMiLiA dijo...

Uh, lo hago muy a menudo.

Un abrazo y gracias por la visita.

Clementine dijo...

Y tanto.
Cuanta razon, señorito :)

vaderetrocordero dijo...

El problema es cuando la música la tienes en la cabeza, te pones a canturrear en el trabajo y tu jefe viene a pedirte por favor que lo dejes, que estás molestando a tus compañeros.

¿A quién le puede molestar eso?

Mambrú at war dijo...

Booooooooooooooring!

missangria dijo...

Cierto, yo tpoco puedo parar de bailar cuando escucho música en mis auriculares, y mis pies a veces se ponen a dar pasos incesantemente de tal modo que en muchas ocasiones casi he caído por los suelos en algún momento álgido de un tema...

Txe Peligro dijo...

cómo que boring!!! :)

Gabiprog dijo...

Nuestra necesidad de tener nuestra banda sonora debe ser todo un signo de vida.

la cónica dijo...

escribe una novela como un videoclip. a mí me gustaría. que la escribieras. y la novela también, seguramente.

marta dijo...

¡Hola! He cambiado la dirección de mi blog, ahora puedes encontrar Retazos en: http://historiasenunsusurro.blogspot.com, te agradecería muchísimo que te pasaras, llevo un buen lío avisando a todo el mundo.
Muchas gracias.
Un beso MUYGRANDE:)

Ana Vega dijo...

cómo mola pasarse por aquí...
abrazooceno, te veo mañana!

Anónimo dijo...

La horchata en los cojones jajaja
y yo tuve que parar en la gasolinera desfallecido del calor que hacía en ese coche... Aquello era peregrinación en plan masoca
Nos vemos chacho

Olalla dijo...

Cómo me gustó eso de que los recuerdos son ficción: una belleza.

NuNa dijo...

Confieso. Culpable. Yo también lo hago.