jueves, enero 06, 2011

La ley antitabaco explicada a los niños (una aproximación sentimental)




Era una cafetería blanca, diáfana, espaciosa, la cafetería de un hotel, el hotel Don Sancho. La gente hablaba a un volumen moderado y a través de los grandes ventanales entraba la luz en tromba desde el Paseo de las Delicias, filtrado por las hojas de las acacias, sobre todo cuando llegaba la primavera. Yo vivía enfrente y me gustaba ir a leer la prensa y desayunar con Esther, con Guillermo, con Isaac, con Ale, con Virginia. Tomábamos grandes tazones de café y charlábamos y fumábamos mientras hojeábamos los periódicos. Algunas tardes también iba solo, a fumar y a leer más prensa, tenían muchos periódicos. Era una época en la que me cuesta encontrar un mal recuerdo.

Un día entró en vigor la anterior ley del tabaco. La cafetería del Don Sancho se convirtió en un espacio sin humos. Nos apenó. Por supuesto, dejamos de ir. A veces, al pasar por delante, miraba dentro y extrañaba aquella luminosa tranquilidad, la variedad de prensa, la bollería, sobre todo nuestras reuniones matinales. Empezamos a ir La Pepa o cualquier otro sitio más desagradable, donde también éramos razonablemente felices con nuestro café y nuestro cigarro. Nunca se nos ocurrió ir a fumar al espacio libre de humos: no queríamos coartar la libertad de los no fumadores. Cada uno tenía su sitio: ellos su bar blanco y bonito, nosotros nuestra taberna, a la que ellos tampoco venían. Bien: convivían diferentes opciones, todo era posible en estricta libertad.

Por algún motivo que no alcanzo todavía a comprender la nueva ley del tabaco, que entró en vigor el día 2, viene a acabar con una libertad. Mientras antes había hueco para todos, ahora solo lo hay para unos. Algunos no fumadores se alegran: “así ya no volveré a tener la ropa oliendo a tabaco”, en su dictatorial manera de celebrar su dictatorial victoria. "Así no me atufarán con humo", "así no se me enrojecerán los ojos", todo victorias personales ante una pérdida de la sociedad. Curioso egoísmo, más aún cuando nadie les obligaba a ir a sitios de fumadores igual que yo no voy a bares de pachanga o a misa de ocho. Y no quiero que monten un garito rockero en mi parroquia porque no me guste la misa: cada uno en su sitio, yo en mi bar, los fieles con su párroco. Todos contentos. Respeto. Ahora nos marginan a la calle mientras ellos ocupan el espacio que era de todos. Los odiamos a través de la ventana con sus perfumadas ropas, eso sí, algo aburridos en sus nuevos dominios, como un niño caprichoso cansado de su regalo de reyes.

20 comentarios:

Nicolás Fabelo dijo...

Antes del 2 de enero mucha gente tenía un problema: los fumadores por fumar y los no fumadores por tragarse un humo ajeno no deseado. Después del día 2, este último colectivo se ha librado del problema, que sólo afecta en buena justicia a quienes libremente deciden fumar (por cierto, aprovecho para defender la despenalización del consumo de todo tipo de drogas). En suma, menos personas aquejadas por un problema grave (el tabaquismo): esto sólo puede entenderse como una victoria de la sociedad, ¿o no?...

Txe Peligro dijo...

tenían problema los no fumadores que iban a bares de fumadores.

los que juiciosamente no iban, no tenian ningun problema.

Jezabel dijo...

http://institutomises.blogspot.com/2011/01/la-nueva-ley-antitabaco-en-espana-y-la.html

La mendas está pensando seriamente en largarse a Africa

Saludos

Nicolás Fabelo dijo...

Txe, sabes que en Madrid apenas había bares de no fumadores. Y que la señora Aguirre se había empleado a fondo en boicotear la aplicación de la anterior ley. Lo que existía antes era una dictadura del fumador particularmente lesiva para los niños. A mí no me parece mal que haya locales específicos para fumadores, pero que también los haya para el consumo de cannabis, coca y otras sustancias "malditas"

Jezabel dijo...

El cannabis es ilegal, la coca es ilegal, el tabaco es una droga legal como el alcohol. Los consumidores y no consumidores de alcohol pueden cohabitar en lugares de ocio porque sólo es nocivo para quien lo consume. No es el caso del tabaco, por lo que deberían existir espacios para que ambos grupos disfruten con libertad. Mientras sea legal, por coherencia.

Nicolás Fabelo dijo...

Lo que un extraterreste inteligente llegado a la Tierra no podría entender es por qué el alcohol y el tabaco son drogas legales y el cannabis no. Bueno, si tuviera un cierto conocimiento de cómo somos los humanos podría descubrirlo...

Jezabel dijo...

En eso tienes toda la razón

conbotasrosasye_yé dijo...

miralo por el lado positivo ahora puedes volver a la cafeteria de sancho porque total la taberna tambien se ha convertido en espacio sin humos.
Solo tendras que llegar a adoptar la costumbre de fumarte uno antes y otro despues. Una mierda, lo se, pero tambien es una mierda tener que fumar cannabis en tu casa y no en un bar.

Como dice mi madre "quien quiere sabe consolarse" . Tendremos que buscarle algo positivo al asunto! O si no que los fumadores planten cara!

Anónimo dijo...

Normalmente coincido contigo txe pero esta vez va a ser q no. Prohibir fumar en espacios cerrados conlleva más cosas q sólo evitar malos olores.
Un saludo.
Pablo (Grao)

Belén dijo...

Bueno, veo cosas más graves que el que prohíban fumar en los bares, que quieres que te diga... y fumo mucho menos, con lo cual ahorro pasta... que se jodan los mismo que me han prohíbido el tabaco... recaudan menos pasta

Besicos

Txe Peligro dijo...

en efecto hay cosas más graves ¿y?

la cónica dijo...

y más agudas, también.

Nachete dijo...

Nadie os discrimina, todos sois bienvenidos en los bares de los no-fumadores. Podéis entrar cuando queráis, pero sin fumar.

Los no-fumadores hemos entrado muchos años en vuestros bares y hemos tragado humo sólo por acompañaros.

Si no podéis estar un rato sin fumar, igual deberíais plantearos que tenéis un problema.

La de la ventana dijo...

¿Por qué siempre se da por hecho que los no fumadores son unos aburridos y no molan? Quizás por eso mucha gente terminó haciéndolo en su adolescencia, para encajar, para no ser los raros, los empollones tontos no enrrollados.

Significativo, ¿no?

Txe Peligro dijo...

porque es verdad. los topicos no crecen en balde.

La de la ventana dijo...

¿Así que es imposible pasarlo bien en un bar o en una cafeteria tomando algo sin un cigarro en la mano?

Quizás los fumadores tienen un problema, y no tenga nada que ver con el humo y los pulmones...

Txe Peligro dijo...

sí a todo

Javier Divisa dijo...

Y además con delación. Se impone la vida en casa, las copas en casa, los humos en casa. Por otra parte, confieso que el otro día de manera clandestina, nos cerraron un restaurante, una vez se fueron los clientes, y nos dejaron fumar. Se hará eso, seguro.
Qué hago yo ahora en un bar? Poca cosa.

Txe Peligro dijo...

yo tampoco se que hacer en los bares, la verdad. bueno sí, beber hasta caer redondo.

Anónimo dijo...

en esto sí estoy totalmente de acuerdo contigo. utilizaré esta entrada como referencia cada vez q me toquen los huevos con este tema. yo ya no voy casi a los bares, ni a desayunar ni a emborracharme ni a nada. que se jodan todos.