martes, marzo 01, 2011
Litrona = Vejiga
El cuerpo por dentro: una vez, en mi casa de Delicias (siempre echamos de menos su luz y sus gentes) se nos estropeó el baño. Meábamos en la bañera y hacíamos de cuerpo (es decir, caca) en algún bar de abajo, sobre todo el Jamaica, limpiérrima franquicia donde una vez Ale, que se estaba cagando, se encontró a una vieja subiéndose el abrigo de visón para defecar en la postura del esquiador. Se asustó mucho: esa mezcla de la rancia burguesía y la mierda. Todo encajaba: era una imagen reveladora y potente.
A lo que iba: cuando habíamos bebido muchas litronas (y eso pasaba y pasa a menudo) nos entraba el picor urinario y, antes de volver a mancillar la bañera, meábamos en las litronas vacías, como quien devuelve a la Madre Tierra lo que la Madre Tierra le ha dado (en Asturias esta es una explicación mitológica de por qué el culo de la sidra se arroja al suelo). Lo dicho: meábamos allí dentro, dentro de la botella de Mahou clásica, arrejuntando la boca de la uretra a la boca de la botella. Era una experiencia curiosa: el cristal se iba calentando, en virtud de las leyes de la Termodinámica, y uno absorbía ese calor de su propio cuerpo con sus propias manos. La litrona se iba llenando y parecía, en cierto momento, que uno la iba a desbordar con su agüita amarilla. Nunca ocurría: una especie de control fisiológico externo y parasimpático hacía que la meada acabara justo en el momento cuando la capacidad de la botella estaba al límite. Nosotros, allí, siempre al límite, la juventud. La botella, al borde.
Luego viví en casa de Guillermo Aguirre un mes en el que me acogió como el buen amigo que es (a veces) y también allí meé y cagué en bolsas y botellas del Mercadona, porque el laureado escritor estaba en obras en casa, sin baño y sin cocina, con muchos obreros del mundo picando sus suelos y paredes. Pero no les quiero aburrir con historias escatológicas, la movida de todo esto es: en sus vejigas cabe una litrona y pico de cerveza. La vejiga en los gráficos de clase de biología (bachillerato o ¿COU?) es una vesícula pequeña, asquerosa y triste relegada al olvido y al amoniaco desactualizado. Pero, ahí, en tú dentro más adentro, cabe una litrona: lo hemos comprobado: es Ciencia.
Nuestro cuerpo es un extraño animal dentro de nosotros mismos. Yo a veces pienso en mi hígado y en mi páncreas (os quiero aunque no os lo diga), y pienso que nunca han visto la luz del sol, aburridos en mi oscuridad interna, eclipsados por mi músculo y mi piel, pero trabajando cada fuckin’ segundo de mi azarosa existencia, y que sigan. Que siempre han estado dentro, que siendo tan nuestros no los conocemos en persona, que no los hemos tocado ni visto, y que así es difícil de querer a una persona. O a una víscera.
(la rubia de arriba sale en google images cuando pones "mujer vejiga". ¿Se llamará así? ¿Vejiga Jones?)
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8 comentarios:
¿Cuando es tu cumpleaños?
http://www.compradiccion.com/juguetes/organos-de-peluche
es la hija de jack bauer en 24 y la prota de la vecina de al lado o algo así, ésa en la que es una actriz porno que s e muda a un barrio respetable. Es una película llena de sentido y sentimiento. y creo que no, que no se llama vejiga jones.
lástima
jajaja, Vegija Jones está bien buena. Del resto, poca cosa.
¡Ostras! Mi hija, que estudia Medicina, tiene que hacer una práctica que consiste más o menos en lo que has descrito: Medir la capacidad de sus propias vejigas. Cuando me lo empezó a contar, pensé que era una frikada. Pero bueno... Le preguntaré a mi hija cómo le fue en la práctica y si queréis después os lo cuento, a ver si coincide con la medida de 1 litro o no... :D
qué fuerte lo de tu hija. qué cosas enseñan en la facultades españolas...
Ahora utilizas tu nombre real?
tengo una pregunta vital que hacerte, si no te importa. te parece bien por aqui?
sí, pregunta. o escribeme a scfanjul@gmail.com
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