Todo ha ocurrido hoy. Yo estaba en una fiesta en casa de unos amigos. Era domingo nublado a mediodía. Entonces sonó el teléfono y la pantalla anunció que era Virginia. Hablamos.
- Ha pasado algo pero no sé si decirtelo porque estás de fiesta.
- No, no te preocupes, dímelo, estoy bien, sereno.
- M. ha muerto esta noche en un accidente de coche.
Y entonces la confusión y el miedo. La incredulidad. La impotencia y el sabernos vulnerables, débiles, perecederos. También a nosotros nos pueden ocurrir esas cosas que por lo general solo le ocurren a los demás.
Un beso.
lunes, noviembre 28, 2005
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3 comentarios:
No sé qué deciros. La mayoría de palabras que me vienen a la cabeza me parecen manoseadas y me resultan demasiado ceremoniosas. Sólo sé que no me gusta veros pasándolo mal y que a veces la irreversibilidad nos duele por lo que tiene de invariable. Un beso a todos.
Gracias por la solidaridad. Estas cosas impactan, te dejan bastante descolocado.
Es hora de seguir.
Besos.
Vaya, lo siento mucho.
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