sábado, noviembre 05, 2005
Every teeth a wanted teeth
Llevo un par de días tomando pastillas. No me malinterpreten: se trata de antibióticos y antiinflamatorios. Me diagnosticó Álvaro por teléfono (Alvaro es médico) pericoronosis. Suena mal, ¿verdad?, pues se trata de una simple infección en la mandibula producida por la erupción de una de mis muelas del juicio. ¿Recuerdan que hace unos días me preguntaba si mis nuevos molares molaban? Pues definitivamente no molan. No disfruto de la comida, me duele al mover la boca y me cuesta hablar. Y a mi me gusta mucho hablar. No sé a cuento de qué me tienen que nacer a mi ahora otras muelas. Con las que tenía hasta el momento me iba estupendamente. Nunca he tenido una caries ni una muela picada ni un empaste ni nada parecido. Estaban todas en su sitio. Y ahora aparecen estas invitadas inesperadas y se me hincha media cara. Es como un embarazo no deseado. No quiero, no. Que se vayan por donde han venido.
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5 comentarios:
Me he dado una vuelta por aquí y me entretenido bastante con estos encantadores trocitos de vida tuyos. Gracias por compartirlos y... cuídate esas muelas :D
Yo lo que no entiendo es por qué nos tratas de ustedes, cuando sólo te leemos tus amigos ¿acaso escribes para la posteridad? ¿o estás ensayando para redactar tu epitafio? besines, miss u
y a quien le importa un dolor de muelas ...
Contradiciendo la prediccion de Tarko, yo no soy amigo tuyo, soy aquel que aparecio un dia por casualidad en tu blog y te dijo que me recordabas a Angel Gonzalez.
De algo casual he acabado siendo un visitante asiduo de tu blog.
Saludos, me mola como escribes.
Les trato de usted porque les respeto, tarko.
El dolor de muelas es jodido.
Lo cierto es que muchos de mis mejores amigos no me leen, ya me tienen muy visto, supongo. Aunque otros sí. Gracias a todos, amigos, enemigos y desconocidos.
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