domingo, noviembre 13, 2005

Esta casa es una ruina

Nuestros errores: la casa era bonita, eso de encontrarse dentro de una mancomunidad proletaria (ferroviarios de la RENFE) con plaza de aparcamiento y verja para los coches resultaba emocionante, el metro que lleva al centro en 7 minutos caía enfrente, los amigos vivían cerca y parecía que las paredes del piso se sujetaban solo por la presión de la luz que entraba por las ventanas. Así era de luminoso.

Ahora: nos empezamos a dar cuenta de cómo será un invierno sin calefacción, nos equivocamos con los colores con los que hemos pintado laz zonas comunes (dicen que es culpa de ese hombre que nos vendió la pintura recomendándonos pintar bebiendo güiski), la tapa del váter se ha caído, la instalación eléctrica del baño hizo plof, hace frío, el suelo esta lleno de manchas, el grifo de la cocina gotea, a veces discutimos, esta tarde la lámpara del salón se ha encendido sin motivo mientras veía una película y ahora no se apaga, el suelo del baño atrae a la mierda, hay grietas por las paredes y los cimientos son inestables. El otro día un cable se quemó sin motivo aparente. Podría haber sido un incendio. Podríamos haber muerto calcinados.

Pero sigue siendo bonito que el sol salga por la ventana de mi habitación, tener estas vistas suburbanas, un cielo taaaan grande (cientos de nubes) y plaza de aparcamiento, un salón apañao y fogones de butano.

Somos unos románticos.

¿O somos gilipollas?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

me alegra que te apetezca conocer a una chica,más allá de las sábanas,ya iba siendo hora.

Txe Peligro dijo...

¿Quien es ese anómimo de lengua viperina?

Anónimo dijo...

no te lo imaginarías.nunca.

Txe Peligro dijo...

vaya vaya con elusuarioanónimo. Pues no me lo imagino, la verdad. Dé la cara!

Anónimo dijo...

para qué

Txe Peligro dijo...

ya ves, mera curiosidad por saber quien dice conocerme

Anónimo dijo...

Es lo que tiene la vida de proleta, naturalismo que lo llamaba Zola. Siempre te puedes ir a vivir a un observatorio astronómico en la ladera de un volcán de un archipiélago perdido, pero no sé por qué yo no te veo muy lejos de la contaminación lumínica.