martes, septiembre 27, 2011
No tan chiflados III: Wilhelm Reich y el orgasmatrón
domingo, septiembre 25, 2011
La amante de las tormentas
jueves, septiembre 22, 2011
Patria o Muerte
domingo, septiembre 11, 2011
Tarantuleando
La última de Almodóvar (en la foto), cuyo título en inglés (The skin I live in) rima de forma encantadora, es un extraño crossover entre eso que se ha dado en llamar colorido universo almodovariano y el género del, digamos, terror psicológico. Sobre todo esas pelis en las que alguien está preso de un psicópata o de un científico chiflado que quiere moldearlo a su gusto y que al final escapa o no se escapa y se venga o no se venga, según el caso. Véase por ejemplo La Isla del Dr. Moreau, Misery, El Conde de Montecristo, El Secreto de sus ojos, Shutter Island, Old Boy, Centipedeman, Vértigo, Pigmalión o, sin ir más lejos, el Dr. Frankestein o, yendo más lejos, My Fair Lady. Creo que me he pasado. Pero bueno, todo eso ustedes ya lo saben.
jueves, septiembre 08, 2011
El mundo por Montera
domingo, septiembre 04, 2011
No tan chiflados II: Cicatriz
La historia de Cicatriz (los Zika para sus seguidores) ya empezó bastante mal. Estos cuatro chiflados se conocieron en 1983 en un centro de desintoxicación vitoriano y formaron la banda a modo de terapia de grupo. Eran los años del llamado Rock Radikal Vasco, que venía a ser el punk vascuence, una variante muy gualtrapera, marginal y también politizada del género, donde también militaban otros grupos como los R.I.P., Eskorbuto, Kortatu o La Polla Récords, por citar algunos de los más destacados. Eran también, como se ve, los años en los que el caballo galopaba a sus anchas por las jóvenes venas patrias, algunos dicen que tolerado por las autoridades para sofocar los posibles polvorines. En lugares potencialmente conflictivos y muy industriales como la margen izquierda de la ría de Bilbao, o la cuenca minera asturiana (como yo mismo comprobé en algunos miembros de mi familia) la heroína circulaba casi libremente, mientras la Guardia Civil hacía la vista gorda. Tampoco nadie conocía bien lo que tenía entre manos con el jaco, claro, pero eso es otra historia. Eran los tiempos, en fin, de pelis como El Pico de Eloy de la Iglesia o Perros Callejeros de José Antonio de la Loma. Los tiempos de los quinquis de los 80. Los tiempos de los Zika.
Los Cicatriz grabaron cuatro álbumes, tres de estudio (Inadaptados, 4 años, 2 meses y un día, y Colgado por ti) y uno en directo. Algunos de sus títulos más ilustrativos, para que se hagan a la idea del percal, son Fuck furcias, En comisaría, Goma 2, Vicio en el servicio o Hay que joderse qué bien se está tumbao.
Aquí algunas historietas de Cicatriz: El hermano del cantante Natxo Etxebarrieta, genio y figura, al que llamaban Polvorilla, murió de zirrosis en 1988. Natxo, que estaba en Amsterdam, regresó para el entierro con muy mala suerte: en Barajas la bofia le interceptó unos gramos de speed. Fue condenado a cuatro años de trullo aunque salió en tres meses tras pagar la fianza recaudada en conciertos solidarios extramuros. Poco después, y mucho antes de que los tipos de Jackass tomaran como escudo la calavera y las dos muletas cruzadas, en vez de las dos tibias de la bandera pirata, Cicatriz ya lo habían hecho. Y además, con mucha justicia. Poco después, Natxo tuvo un accidente de moto que le rompió la espalda y le dejó una pierna chunga, pues en algunos hospitales se negaron a operarle porque había pasado una hepatitis, y cuando le cogieron, le cogieron tarde y mal, ya ven ustedes como estaba la Sanidad. Desde entonces tuvo que valerse de muletas para caminar, en los conciertos se sentaba en un taburete y, de vez en cuando, se levantaba para darse un pequeño garbeillo y apuntar con las muletas al público, como si tuviese una ametralladora entre las manos, todo muy punk. En aquella época, muchos de los conciertos que daban Cicatriz y sus adláteres por los pueblos de la piel de toro acababan con disturbios, destrozos, y un más que posible intento de asalto a la comisaría local.
Todos los miembros originales de Cicatriz murieron víctimas de la sobredosis o el Sida. También los tres miembros de Eskorbuto acabaron igual. Los Eskorbuto merecen mención aparte, eran tan yonkis y barriobajeros que eran repudiados incluso por muchos miembros del movimiento. Iosu, su último miembro superviviente, terminó haciendo campaña y anuncios televisivos contra la heroína, pero, aún así, fue arrastrado al infierno por ella. ¿Es punk morir de esta manera? Podría decirse que desde que Sid Vicious abrió las compuertas y durante una buena temporada, el jaco y el demacre fueron cosas muy punkies. Pero prefiero pensar que solo fue una confusión en los términos. ¿Entonces, qué es el punk?, preguntas clavando tu jeringa en mi antebrazo. ¿Y tú me lo preguntas? El punk eres tú.