jueves, abril 13, 2006
Brasil
Encontré una foto de aquella bizarra fiesta de travelos donde nos conocimos una noche de diciembre, ahí entre la multitud se aprecia mi cabeza -debe ser la mía- y la de algún amigo -casi no se nos ve entre la muchedumbre- y no sentí nada de pena, ni una pizca; en cambio recordé aquellos cuatro dias que dejaste Brasil o Portugal o ambos o lo que fuera y te veniste a esta ciudad que juzgaste excesiva, múltiple y vehemente -porque así lo es al fin y al cabo-; y aquel pueril e inocente tatuaje de un payaso en la parte delantera de tu hombro y luego aquella otra clave de Sol adulta y elegante que mostrabas en la espalda y que parecía te habías tatuado ya con el criterio de cierta madurez aún bastante tierna, como la que parecías poseer por entonces - para tí el proceso de maduración había transcurrido entre tu hombro y tu espalda-, aquellos cuatro días de tu piel morena y tu sonrisa amplia sobre mi cama -me hablaste durante horas de la política de Lula y el Partido de los Trabajadores en un idioma que no era el mío pero yo te entendía- que terminaron con un beso muy largo en la puerta de un bar cutre y barato de la calle Pez -como si nos quisiéramos o nos fuéramos a querer algún día- y una firme promesa de visitarte hace unas semanas a orillas del Atlántico, a finales de febrero, y que nunca cumplí, porque ciertas promesas ya se revelan imposibles antes de que terminen de salir de la boca y ésta era una de esas, porque esto y lo otro y lo de más allá, porque la gente va y viene -y alguien vino a final del invierno y parecía querer quedarse un rato-, porque dos meses son demasiado tiempo (gira la Luna dos veces) y hoy en día todo va demasiado rápido y nos llevamos la vida a mendigar fervor: se trataba más bien de sufrir un poco, puro romanticismo, y poder echar a alguien de menos y esta vez te tocó a tí, ya ves, así de triste y así de cierto, porque tú me quisiste un poco.
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12 comentarios:
¡Madre de dios! ¡abuela, tios, primos y demás familia de dios!
Te ha salido redondo. Es un auténtico manifiesto sentimental.
"-para ti el proceso de maduración había transcurrido entre tu hombro y tu espalda-", "ciertas promesas ya se revelan imposibles antes de que terminen de salir de la boca", y "se trataba más bien de sufrir un poco, puro romanticismo, y poder echar a alguien de menos", son verdaderas joyitas.
Estupendo.
ya ves, será mi fondo de machito sexualmente prepotente pijolight que no llega a hombre/persona, pero al revés, vamos digo yo.
:) con cariñoooooo!
beso!
bien, ayer intenté escribirte un comentario q creo q no apareció por ninguna parte.
no pasa nada porq estas cosas me suelen ocurrir con frecuencia...
no se quien eres, no se muy bien como llegué hasta aquí ni mucho menos como funciona esto...
me hice uno por tendencia a hacer todo lo q a uno se le pone delante como personal y propio....
q sepas q me gusta sinceramente como escribes y q no pienso eso de prácticamente nadie q conozca...
te había hecho un comentario más profundo acerca de tu anterior subida "garganta profunda", pero tengo demasiada resaca para volverla a escribir...
me has picado mi curiosidad (el mejor regalo q se le puede hacer a nadie) así q me pasaré por aquí habitualmente para leerte
Qué Arte. :)
Me añado a la lista de tus admiradores incondicionales...
No hay mejores historias que las que antes de empezar ya están acabando, sin tiempo para reproches, engaños o decepciones
Me ha gustado mucho. Lo de las promesas es genial y también el masoquismo ese de echar de menos a alguien. A veces nos hace falta otro para llorarle. Sólo por eso.
No me puedo creer que conozcas a mis amigos, ay dios mío....
las personas realizamos continuamente actos insospechados....
no te preocupes, seguramente nos acabaremos entendiendo...yo no creo q te escuche... si acaso te leeré con tooda mi atención.
con tu comentario no se si has pretendido ser irónico, cruel o naturalmente imparcial...
me hace gracia....
El masoquismo es, a veces, inevitables. Y en cuestiones sentimentales... Es cierto, siempre queremos tener a alguien a quien echar de menos.
Un abrazo.
Bueno, muchas gracias a todos por vuestro entusiasmo ante esta desgarradora historia tropical. Ya ven no todo es samba, capoeira y delanteros-centro.
Respecto a lo del masoquismo diré lo que una vez dijo nuestra adorable y desaparecida Señorita Kubelik: -Voy a dejar de ser masoquista, gozo demasiado.
Un beso!
Ni que sea un poquito al menos que te quieran ¿no?, esa chica que hablaba en portugués parece que lo cumplió.
Saludos.
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