martes, abril 04, 2006
Funciones vitales
Y de pronto un domingo soleado por la tarde, después de un fin de semana que duró un siglo o dos, llegas a un extraño lugar con el pasillo en rojo que debe de ser tu casa acompañado de dos chicas ojerosas: una morena que al parecer es tu compañera de piso y otra de ojos azules que asegura haber tenido, no hace mucho tiempo atrás, un flequillo gigantesco y compartir ultimamente tu "cama"; y entonces decidís pedir comida china y comer, que es una actividad que os han recomendado y que consiste en introducir el alimento en ese orificio que tenéis bajo la nariz lleno de piezas de marfil, cuando acabáis con lo que trae una niña de ojos rasgados que pica a la puerta y que habla raro te das una ducha y eso ya te suena un poco más, tienes el recuerdo borroso de haberlo hecho alguna vez, en las brumas del pasado, algo que implica agua y desnudez, así que intentas repertirlo pero finalmente metes la pata como un principiante, te duchas en el inodoro en vez de en la bañera y te cepillas las piezas de marfil que tienes en el orificio de comer con la escobilla del baño en vez de con el cepillo destinado a las plaquitas, y lo dejas todo perdido de agua y jabón y pasta dentífrica y lejía; lo mejor, piensas, después de este desaguisado es probar esa otra cosa que también te han recomendado en algún bar horas antes y que debe de estar bien, "dormir" le dicen, algo así como desconectarte durante unas horas y ver películas surrealistas sin argumento en tu cabeza llamadas "sueños", así que te vas a ese artefacto diseñado a tal efecto -la "cama", por alguna razón hay una en el que parece ser tu cuarto- y tratas de dormir en compañía de los ojos azules pero ella sabe hacer otras cosas sorprendentes, enroscarse y formar un revoltijo, hasta que todo se acaba y se apaga y se hace negro y tal vez recuerdes tu nombre algún día si es que hay mañana y si es que algo existe.
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9 comentarios:
Menudo pedal!
A dormirla y sí, mañana será otro día.
En una época en la que abusaba del alcohol a menudo, llegué a soñar con bastante frecuencia con insectos y bichos asquerosos, creo que éso era estar, algo así, como en las puertas del alcoholismo, por suerte para mi hígado, me reformé.
El alcohol y sus asombrosos efectos.
Un abrazo
No, amigos no, respeto su alcoholismo y les animo a cuidarse más, sepan que es algo peligroso. Pero no es mi caso, aquí no necesitamos esa sustancia para flipar, el cerebro, la mente y los estropajos son cosas que escapan a toda comprensión lógica, sobretodo los nuestros, algo enfermos.
Gracias, un abrazo, tengan cuidado en las tabernas, que las carga el diablo.
Nada nene, sigue así que los contibuyentes nos ahorraremos una pensión. El Ministerio de Hacienda te lo agradecerá de corazón. Uno que te conoce, se imagina que hay mucho de hipérbole en esa vida de excesos y neoabsenta que describes, pero vigila tu cabeza si piensas vivir de ella. Besos desde Levante, cuna del ememdemedá un chungo y me quedo pilluli
Chejov utilizaba el realismo para lanzar a los vientos todos su escepcticismo.
Txe (sin "jov") utiliza el surrealismo para lanzarnos a los morros su escepticismo.
No hace falta dormirse para entrar en el paraíso de los surreal, tan sólo debemos leer tus hiperbreves relatos.
muy bien
Nos convertimos en depredadores nocturnos, somos criaturas fascinantes y temidas ante los ojos de otros muchos seres.
Nuestro mundo es flipante, lleno de carcajadas, de lo absurdo, sin límite y de un sentimiento cósmico inexplicable.
Un beso flipante.
YES! soy nuevecito...
otro saludo!
Pues yo iba a hablar del polen pero veo que no te hace falta.
de mayor comer y dormir, dormir mucho como si ya estuviera muerto. Y oler mal.
Un beso.
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