Que no estaba muerto, joder, que estaba de parranda.
Seis años de trayectos Asturias-Madrid y viceversa en autobús dan para mucho, y puedo asegurar que yo no sería el mismo si no fuera por las personas que han viajado conmigo y que me han servido como modelo en tantos viajes. Modelos a no seguir, claro, como Pascual Duarte. El viaje de ayer fue, aún así, bastante notable teniendo en cuenta la extrema densidad de personas que había en el autocar y su delirio prenavideño. La que más me incomodó, sin duda, fue esa vieja que viajaba detrás de mí gritando periódicamente como una hiena histérica a un interlocutor telefónico que debía de ser su hijo tonto o su marido. Las señoras mayores van por ahí avasallando como si el mundo se acabara mañana: tratan de saltarse todas las colas, te sacan los ojos con el paraguas en los días de lluvia y comen pasteles compulsivamente los domigos después de salir de misa. Son precisamente los párrocos los que les dan su fuerza y su coartada moral todos los fines de semana desde los púlpitos y luego ellas se pasean toda la semana con el mismo gesto altivo que debía de lucir Napoleón subido a una colina antes de ser derrotado en Waterloo. Yo, en cambio, ayer me sentía un poco Pessoa, un poco Sábato y un poco Naranjito, por aquello de que tengo mucho jugo y me sentía especialmente ácido, y también porque somos casi casi de la misma quinta, qué coño. Aparte de la vieja chillona había dos chavales pijos un poco más jóvenes que un servidor que amenizaron el viaje con sus charlas sobre tetas mientras trataban de organizar un botellón telefónicamente. Ahora los hijos de la burguesía se dejan el pelo largo como Jose María Aznar, por aquello de que las greñas no son solo patrimonio del progrerío y la roja y gualda es para todos los españoles. Odio a la Derecha no solo por sus ideas, sino también por los argumentos que utilizan para defenderlas, por su discurso zafio y por su idiosincracia estética. Mariano Rajoy es transexual y sus segundos de abordo, Acebes y Zaplana, parecen dos mafiosos de película o dos Legionarios de Cristo, que es lo que en realidad son, es decir, ultraderechistas peligrosos. A la Derecha hay que calumniarla incluso con las mayores mentiras -aunque ni siquiera es necesario y yo solo he dicho una: adivinen-. Lo que realmente mola son las ministras socialistas que siempre tienen sus mejores ideas cuando departen informalmente con los periodistas. El otro día una dijo que el movimiento okupa era un movimiento cultural y una forma alternativa de vida, así que infiero que en su juventud visitó los squats holandeses y londinenses y buscó la playa bajo los adoquines o, en versión más cañí, corrió delante de los grises. La otra dijo que deberían prohibir la muerte del toro en las corridas y no puedo estar más de acuerdo con ambas cosas, lamentablemente sus compañeros de partido pronto desmintieron que éstas fueran declaraciones institucionales. He de decir además que yo, como soy muy guerracivilista, estoy a favor de la memoria histórica y de abrir otra vez la brechas del pasado y abrir las tumbas y las fosas comunes de los arcenes de todas las carreteras regionales de España y de que haya guerras fraticidas, que queda todo como más dramático y luego da para producir novelas y películas durante un par de siglos, con todos los beneficios que eso le reporta a nuestra cultura. Ah, y no trato de ser irónico. En serio.
El asco que me produjeron la señora y los pijos fue compensado por un un hombre madurito e interesante que leía a Houllebecq en el asiento de delante y, sobretodo, por el conductor que, aunque llegó una hora tarde por el atasco tenía tal labia cuando hablaba por el micrófono que, tras su última intevención ya en las puertas de Oviedo, recibió una increíble ovación de parte de todos los viajeros. Fue un momento tan emocionante y exaltado que estuve a punto de llorar de alegría, pues hacía tiempo que no vivía nada tan hermoso. Cuando llegué a casa mi madre se había olvidado de dejarme la llaves debajo del felpudo -ya ven, con esas andamos- así que me refugié en casa de la TiaVicen, que aprovechó para amonestarme un poquito, lo habitual, y que me dejó ducharme el cuerpo humano. Después fui de cena con los amigos-de-toda-la-vida y continuamos comprobando como nos hacemos mayores. La noche acabó, como es norma, en los bares más modernos de la ciudad, donde bebimos como macacos y constatamos de nuevo que, aunque ya no vivamos aquí, seguimos siendo algunas de las personalidades más populares y atrayentes de la noche carbayona.
sábado, diciembre 23, 2006
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26 comentarios:
Esos viajes en autobús, ahí también hay material para un montón de películas, de realismo social, de risa y por supuesto de terror...
Veo que sigue con sus clásicos de ayer y de hoy: esas viejas tremendas y esos personajes de derechas tan y tan entrañables, como la mismísima Navidad!!!
Saludos y mucho cuidadín con empachos y borracheras!!!
Yo lo que nos soporto son los señores mayores que te miran las tetas. Ya ves tú...
me queda la duda de qué diría el señor conductor para que le aplaudieran...
"Las señoras mayores van por ahí avasallando como si el mundo se acabara mañana".
Sí, hace muy poco me pasó. Es irritante.
¿que me miran las tetas? :)
Tu madre no te dejó la llave bajo el feludo...mmmmm...padrastro en puerta?jajaja
felpudo,bruta,FELPUDO!!!
Yo tampoco aguanto a las viejas gritonas que te meten el codo en las colas y culazos en el metro para quitarte el asiento,y lo del paraguas ya...bufff...de donde coño sacaron a las abuelitas de los cuentos???
saludos!
Antes de seguir con la lectura me paro en la primera línea porque la canción popular ha sido aderezada por Violadores del Verso para formar parte del "Vivir para contarlo" y claro... lo tenía que contar.
Y sigo leyendo.
Salu2 Córneos.
Mi mejor vieje de autobús fue con mi madre. Pasamos todo el trayecto sentados en un banco de madera en medio del pasillo y bajo la protección de su paraguas.
Salu2 Córneos.
Sí, miran las tetas y a veces dejan su mano posada un mi culo, con tanta habilidad, maestría y práctica, que sólo empiezo a notarla cuando el calor traspasa el vaquero. Un asco.
Todos, con suerte, llegaremos a ser personas "mayores"; por mi parte, tendré cuidado de no dar codazos cuando intente colarme en el autobús, pero... ¿Le mirarará usted las tetas a la chica de al lado?
claro, como no. dos tetas tiran más que dos carretas. aunque según una brillante teoría que hace tiempo ideé, los hombres de tetas son muchos mas primitivos que los hombres de culo, por el rollo de la reproducción biológica. Yo spy definitivamente un avanzadísimo hombre de culo, amo las caderas estrechas y las nalgas prietas, de ahí mi savoir faire en la vida...
en fin, es tarde y me cogen un poco borracho
saludos y gracias
más primitivo será incluso el q se cree evolucionado...
y como te gusta sentirte importante en oviedo eh? jajajaja... nadie sube por encima de los tobillos de la miseria...
un biquiño y feliz navidad
Me hizo mucha gracia lo del naranjito, con tu permiso me lo apunto para piratearte impunemente en las sosas comidas navideñas.Siempre me gustó poner el toque cínico y desconcertante
Je.... absolutamente cierto y verdadero. Ambiente autobusero prenavideño. Como siempre, un placer leerte. Besos.
Jajajaja
Me haces reir Txe, con esa agresividad dulce y futbolera.
Muy bueno lo del "trio LALALÁAA" ( Zaplana, Acebes, Rajoy...)
Ah! y lo de "Ducharte el cuerpo humano"...ja,ja,ja...
besos "aturronados"...
La derecha que decir de ella... la has retratao perfectamente, estoy deacuerdo contigo. Losviajes en autobús son una fuente de inspiración total, porque Machado no viajaba en autobús sino su poesía seguro que seria muy diferente.
feliz navidad!!
estos viajes en autobuses son dignos de contar!
el toque de humor personal es justo y necesario para soportarlos no?
gracias por la lectura obligada que nos regalas!
feliz vanidad!
saludos!
Que tal va la vanidad de estas fechas? Sigue siendo lo suficientemente soportable como para no tomarse el bus?
Que la estes pasando lindo!
saludos
Tus viajes son como acudir al teatro. Pero gratis. Me pregunto ¿Cómo será la nochevieja?
gratis? 50 euros ida y vuelta y unos cuantos disgustos!
me he encantado la descripción de las señoras que van a misa y luego te pisan.
Veo que son días de vuelta a nuestros hogares...
Unos al norte y otros al sur, únicamente queda felicitar la navidad ¿no?
Hace un par de años que ya no sé si esta época me gusta o es la que más odio. En fin...
GATO NEGRO
Cúan interesante la descripción del trayecto Madrid-Oviedo, el transporte público genera batallitas varias...yo tengo pendiente escribir una recopilación de historias surrealistas que me han sucedido en el bus.Siempre con personajes tan variopintos...como los que tu tan bien describes.
Felices Fiestas!
Hombre dije gratis. Para mi.
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