martes, febrero 19, 2008

Ahora papá es pasto de las flores o vive
hecho cenizas entre las aguas del océano,
quién sabe.

Un día después de cuatro meses
hallaron su cadáver olvidado
en su pequeño apartamento de soltero.
Imagínate: el mismo alcohol que le dio muerte
lo había conservado incorrupto,
empapado en ginebra blanca,
la piel acartonada, el cuerpo rígido
e inmóvil tendido sobre la cama,
muerto él y viva su imagen,
en una triste ironía.

Aún no sé en qué se ha convertido,
-han pasado quince años-
ni dónde yace lo que aún resta,
-si es que yace y si es que resta-.
Nadie avisó de la muerte y el traslado
a la otra punta del país, donde la costa
se acaba.

A veces pienso en papá viejo y borracho
abriéndose paso bajo la tierra,
escarbando con las uñas sucias,
o jugando feliz entre la espuma y las olas,
volviendo una y otra vez a la playa
igual que vuelve a mi memoria.

20 comentarios:

E dijo...

Estaba buscando en mi blog algo que escribí hace mucho tiempo para ponerte un enlace como respuesta al poema.

Pero al no encontrarlo, he recordad a la fuerza que lo borré. Porque dolía mucho.

Esto, sea cuento o epitafio, también duele.

Gsús Bonilla dijo...

si
cuando le da a uno
por bajarle las bragas a la memoria
siempre se encuentra
algo que deseas
pero a veces duele.

depende.

ALOMA69 dijo...

"Déunidó" (qué fuerte!)

Un saludo!

Batiscafo dijo...

y dónde acaba la costa? la mía no acaba donde la tuya...
me fascina cómo recuerdas a tu padre..

por cierto, dí que caos..yo pensaba que te gustaría!!

Agatha Blue* dijo...

No voy a relatarte penas, es algo que detesto, pero algo familiar hay en lo que hablas.

No tiene este final, pero la situación de ver a un padre que se derrota frente al mundo, que se cree débil ( pese a lo fuerte y poderoso que parecía cuando era pequeña ) y que se sumerge en una angustiosa soledad, es terrible.

Me gustaría que las cosas fueran de otra manera, pero supongo que no soy nadie para elegir y que siempre, podría ser peor.

Esta es la vida, la que me ha tocado.

Aquella es la vida del otro, la que le ha tocado o a elegido vivir.

Quien soy yo para juzgar? La vida es larga y dá lecciones en las que aprendes que nadie nació para juzgado.

No me gusta la palabra borracho.

Prefiero que alguien le dedique una poesía y acaricie su corazón que navega en ginebra.

Quien sabe porque.

Igual, ni el mismo lo sabe.

Agatha Blue*

( Vine a devolverte la visita y creeme, que me gustó tu Blog. Te linckeo. )

Nina Anodina dijo...

acojonante, sincero...duele..

Saludos de betadine pa que no escueza

Abril dijo...

Creo que podría robarte el poema y casi valdría para mi padre y para mí. Un triste beso.

María Jesús Siva dijo...

Algunos recuerdos les tenemos cosidos a la memoria por el tormento que nos ocasionaron y por que no queremos ni podemos olvidarlos, pero entre todos esos horrores habrá momentos entrañables que también afloren y a los que debemos agarrarnos. No siempre es facil, ni posible, pero se puede intentar, por que desde luego los que nos hieren jamás los borraremos.
Besos.

Tesa Medina dijo...

No sé si es sólo ficción. Pero qué importa.

Hay ironía melancólica.

Nada grandilocuente, para que el dolor no parezca tan obsceno.

Hay poesía, también unas gotas de humor negro.

Me parecen las reflexiones de un hombre contadas por los recuerdos de un niño.

Besos, Txe.

Alnitak dijo...

Es lo malo que tiene la memoria, que es muy lista y muy sabia y sabe que guardar y cómo guardarlo, y dónde guardarlo para que puedas encontrarlo cuando a ella le apetece, recordarlo y contarnoslo a nosotros. ¡Bendita memoria!

Luna Carmesi dijo...

'Ahora papá es pasto de las flores o vive hecho cenizas entre las aguas del océano, quién sabe.'

Es cierto.
A veces no se sabe bien.

De antes más dijo...

Sabes qué es lo que me gusta de blog? Que unas veces salgo pensando que eres un insensible y un reaccionario, y otras salgo pensando en qué me encanta como ecribes y la persona tan estupenda que pareces...
Pero siempre vuelvo...

Saludos Txe

Pd: este post es del segundo grupo.

la cónica dijo...

A veces, algún verso se queda pululando en la cabeza. O una imagen, o una idea. En este poema y en mi cabeza se quedarán muerto él y viva su imagen,[...] ni dónde yace lo que aún resta/ -si es que yace y si es que resta-, y la última estrofa completa como un álbum de fotos imposibles, o un largometraje hecho con una secuencia que se repite y se repite y se repite. Un padre muerto que ni muerto descansa. Ni deja descansar.

Olalla dijo...

qué sincero esto, la verdad. Me ha conmovido.

Lola gracia dijo...

Los muertos de vida trágica siempre atormentan nuestros recuerdos. Aunque, en ocasiones, creamor burlar sus espíritus.

vaderetrocordero dijo...

Pues yo me le he imaginado con la cara de Poe (conservado en alcohol y escarvando desde su tumba...)

Igrein dijo...

Jop! Sin palabras...

Craso dijo...

Hola, qué tal?? He estado un mes desconectado, mil perdones. Un placer volver a leerte. Saluditos.

yo, la reina roja dijo...

Me ha gustado tu elegía, plumilla.

Dejame que te cuente dijo...

se me puso el vello de punta...
esto es tristisimo...pero narrado de forma increiblemente bella..
escribes muy bien...
ha sido un placer encontrarte....
un saludo cariñoso