Me hicieron, al principio, buscar la verdad en las iglesias. Hallé la luz lóbrega de los confesionarios. Las manos húmedas de los párrocos y sus sonrisas perversas. El olor a humedad, a madera rancia. Solo había allí oscuridad y silencio.
Me ocupé durante un tiempo de los números. Inmerso en álgebras extrañas y geometrías curvas aprendí más cómos que por qués. Había muchas leyes y principios, teoremas, postulados, que decían cómo son las cosas cuando son. Cuando miré debajo de ellos, cuando ya más me deslumbraban, encontré amontonados más enigmas.
La palabras, me dije, serían la clave. Retorcí las palabras a mi antojo. Permití que brillaran un instante y luego deje que se apagaran. Las lancé sobre el mundo como redes, pero todo se escapaba. La palabras resultaron esquivas y embusteras. Parecía que servían para mucho y no servían para nada, engañaban a la mente con supuestos problemas filosóficos donde solo había enredos del lenguaje.
Finalmente comprendí que no había nada que buscar para entenderlo todo. Solo mirar con un ojo que está detrás de los dos ojos. Una anciana se derrumba tras chocar con un bordillo. Una hoja que cae en el otoño. Una esquina de las bragas que se esconde entre las nalgas. La silueta de un pájaro que se pierde en el crepúsculo. La sonrisa atontada de un amigo. Esas fueron mis certezas.
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24 comentarios:
Lo mejor tuyo que lei.
Saludos Santiago
A pesar de las palabras, que no saben decir la verdad, encuentro mucho de cierto en lo que escribes.
Hemos seguido los mismos derroteros creyendo que había certezas inmutables, intentando atrapar la verdad con las palabras. Pero son efímeras las certezas.
Simplemente estar
los símbolos no dicen nada, sólo confunden...
mil veces más locuaces las intuiciones
un saludo
y qué pasará con tus próximas certezas? te pasarás la vida añadiendo párrafos y cambiando los últimos párrafos anteriores...no sé si me explico bien
i miss u
Yo también quiero tener certezas, ni que sean un par.
Caray, ramalazo orientalista...
Vivimos y nos iremos. Son las dos únicas certezas. El resto es puro aditivo. Saluditos
"Finalmente comprendí que no había nada que buscar para entenderlo todo. Solo mirar con un ojo que está detrás de los dos ojos."
;)
Besotee
Buen resumen final de certezas, comparto totalmente la idea del texto, me encanta la magia de lo cotidiano que transmite. Un saludo.
Curiosa evolución primero los números y después las letras.
Un beso, Miriam G.
¿"mirar con un ojo que está detrás"?
Interesantes reflexiones.
Saludos!
esquivo tu
(ciertamente)
Vaya, pues sí. Las certezas surgen de uno mismo y están flotando alrededor; no hace falta buscarlas.
Un saludo
Las certezas no sirven para nada.
Me gusta el silencio de las iglesias y su arquitectura hasta el románico. Pero no he buscado la certeza en un confesionario donde un señor detrás de una celdilla me susurra obscenidades que imagina contra el sexto mandamiento.
Los números necesitan de lógica razonada y ni soy lógica ni razono por un garabato, aunque me enternece su precisión y su austeridad.
Las palabras… eso es ya otra cosa, no es que esté en ellas las certezas que no busco es que encuentro la incertidumbre que me mueve a seguir investigando.
Txe, tenías un lugar en Vers-Arte, pero no era por invitación, sólo había que decir, “quiero participar”. Así de fácil. Para la próxima movida me acordaré de darte un toque.
Besos.
¿Certezas?.......¿eso qué es? he tenido pocas en mi vida, y al final no eran tales....
Saludos
Hola de nuevo, Txe. Por si te apetece mañana:
TOCA OSSOBUCCO con NUDOZURDO y DEAD CAPO
miércoles 14 de mayo, Sala BOITE. C/ Tetúan, 27, metro Sol, Gran Vía, Madrid.
Entrada: 6 euros
http://www.myspace.com/ossoybucco
Uno de los ossobucco es mi hijo y al otro lo quiero mucho, así que allí estaré.
¿Apocalíptico?
Así me has dejado: sin palabras.
(Perdona la extensión, pero lo ha citado un profe en una reunión y tenía que escribírtelo)
-Aquí tienes una gloria.
-No se qué quieres decir con una gloria- dijo Alicia.
-Por supuesto que no lo sabes...a menos que yo te lo diga. He querido decir ‘Aquí tienes un argumento bien
apabullante’. Dijo Humpty Dumpty
-¡Pero gloria no significa ‘argumento apabullante’!
-Cuando yo uso una palabra, esa palabra significa exactamente lo que yo decido que signifique...ni más ni menos.
-La cuestión es si uno puede hacer que las palabras signifiquen
cosas tan diferentes.
-La cuestión es simplemente, quién manda aquí.
Lewis Carroll
Me temo que la mierda del perro por recoger en la acera tambien es una de esas certezas...
Amén hermano!
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