Ahora tu niña esta cogiendo los 50 euros que hay sobre la mesita de noche. Los guarda en la cartera y enciende la luz de la lámpara después de apagar la del techo. La luz amarillenta atraviesa el cuarto y el viejo, sentado en la cama matrimonial, se quita la camisa, botón por botón, con ciertas dificultades. Está borracho y casi no puede hacerlo solo. Cuando eligió a tu niña entre las demás compañeras ya estaba visiblemente borracho. Fue un error, piensa tu niña, ofrecerle otra copa al llegar al piso. Pero eso promete el anuncio.
Ahora tu niña retira el prepucio del viejo. No está sucio del todo, aún así tu niña le obliga a sentarse en el bidet. Él se tambalea. ¿Dónde estuviste cariño? No sé, por ahí, en algún bar. Dice, no me toques tanto la polla, eso es un truco de putas. Y tiene razón, si le haces media paja mientras se la limpias se correrá antes. Aunque está tan borracho que no se correrá, piensa tu niña, mientras rodea con su mano enjabonada el miembro del viejo.
Al menos tu niña no está en la calle, apoyada en un arbolito, casi desnuda. Hay mucho peligros en las noches, en las calles. Aquí sus clientes usan americana. Y pantalones de pinzas, que tu niña les quita cuidadosamente antes de introducirse su pene en la boca. Cuando el viejo se tumba en la cama –más que tumbarse se arroja como un peso muerto- tu niña se la sigue mamando. No es suficiente, porque es viernes y Amador –que así dice que se llama, qué ironía-, viene puesto de coca. Entonces tu niña le dice lindezas, guarradas susurradas al oído, deseando que llene su boca cuanto antes, deseando acabar pronto.
Como el viejo se da cuenta de la situación, de su incapacidad para el sexo, trata de conversar con tu niña, como en las películas. Se sienten mejor cuando las tratan como a personas, se sienten mejor pensando que son Richard Gere. Tu niña lo ha visto muchas veces. Pero tu niña ya ha cobrado mucho conversar, y sabe que, al final, se la acabaran metiendo en cualquier lado. Con un extra en la tarifa, eso sí, que no sale en el anuncio del periódico.
Cuando el viejo se recompone –solo necesitaba un instante- muerde en el cuello a tu niña, la ensarta con su polla enhiesta. Ella –tu niña- muerde el vello negro de su pecho y, cuando le da la vuelta –ponte así-, muerde la almohada. Se la folla por todas partes, como un héroe épico, tu niña gime y grita, le dice te quiero – y tú la quisiste como solo una vez, a una persona, se quiere en la vida-, pero todo es mentira. Siente el peso del cuerpo de Amador, ejecutivo de un banco nacional, hundiendo su cuerpo en el colchón. Siente su embestidas y el ruido tan feo que hacen dos cuerpos al amarse, sus muslos chocando contra su culo, periódicamente. Al final el viejo, que ha visto mucho porno, obliga a tu niña a ponerse de rodillas sobre la moqueta sucia de semen reseco –la limpian una vez al año. Tu niña pone cara lasciva, le dice córrete en mi boca, en su glande hay restos de lubricante y de heces. Tu niña recibe la mayor parte de la carga en la boca, aunque un poco en el ojo, lo que le impide ver bien durante un rato. Has estado fantástico, vuelve algún día de estos, le dice tu niña al viejo, ya apaciguado, después de darle dos besos en la puerta la habitación que tiene asignada.
Cuando tu niña vuelve te encuentra tumbado en la cama, iluminado por la lámpara de la mesita de noche, tratando de leer un best seller del que no leíste ni una línea. Es tarde, casi amanece, y has pasado la noche insomne, viendo al viejo, que tal vez no exista, su vello pectoral, su semen en los labios que ahora besas, todo dentro de tu cabeza. Vivís en un cuarto sin baño, en una corrala, hace falta dinero. Tu niña sonríe cuando entra –su sonrisa limpia y perfecta - pero sus ojos, sus ojos. Tú tambien le sonríes –pero tus ojos- y preguntas ¿cómo ha ido? Y luego te arrepientes de preguntar algo que no deseas saber. Y tu niña dice bien, como siempre, y se tiende junto a ti y te abraza, y después de un rato, en la oscuridad y el silencio, dice, esto pasará pronto y tú, agarrando su pelo, su nuca, su cuerpo entero, le dices, esto tiene que pasar. Y entonces ella se incorpora y te sonríe como sonríe una madre. Y hay un abismo, pero tu nariz se pierde en su cuello y huele a jabón y a frutas frescas, como siempre que se ha duchado antes de volver y está cansada, y quiere amanecer pero se queda la noche.
lunes, mayo 26, 2008
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37 comentarios:
Que mal mienten los ojos...
desgarrador, pero muy buen texto.
buenísimo txe,
"y el ruido tan feo que hacen dos cuerpos al amarse"
pásate por el buko el miércoles y nos bebemos un par juntos no?
eske creo ke cuando tú has ido yo no y esas cosas
no sé si escribes sólo relatos o también poesía, el caso es ke de leer, ya sabes cómo va, relatos los domingos
voy a darme una vuelta por tu planeta imaginario
seguro ke has escuchao el último de radiohead, no?
va, pues una palabra: reckoner
un beso#
Tremendo, te pone mal cuerpo...pero muy bueno...
Sin palabras... la verdad, me has vuelto a dejar muda... Demasiado profundo para estas horas... Espero que "tu niña" pueda salir pronto de esa habitación...
Sordido y tierno...
Me hipnotizó.
Más que leerlo me lo comí.
Fantástico texto, Txe!
cariños
Precioso escrito que me deja sin palabras.
Te felicito, escribes muy bien, y volveré a pasarme por tu blog.
Saludos.
Qué bien, Txe.
Eso no se hace, niña, eso no se toca, niña.
Pero tú sigue haciéndolo como sabes que se hace, Txe, como sabes que nos toca.
Abrazo intergaláctico
Que fuerte, desgarrador, triste.
Duro, por tanto genial
es muy fuerte que me entrecierres los ojos así, tan temprano.
qué cabrón.
Buenísimo. Es la primera vez que leo algo tuyo. Entré por recomendaciones de amigos y no me arrepiento. Me ha dejado fatal tu relato. Todavía mastico el semen de ese ejecutivo. Puaj… puaj… pero el poso que deja tras leerlo, está en mi cerebro. Tremenda tu manera de transmitir. Un saludo.
Luisa Fernández.
Muy bueno el texto, sí señor!
Un besín.
He leído tu entrada anterior, y, esta mañana, tengo mis razones, (nada que ver con tus destrezas) para no detenerme en ésta.
Me hace sonreir (hablando del relatillo del portero) ese toma y daca con la corrección política, el que ya he visto en otras entradas tuyas. La del kiosko y la de la peluquería. Yo no sé si eres mejor hablando de sexo, drogas y maldiciones o pintando estampas sociales. Tal vez depende del día que yo tenga como lectora. Y tal vez eso le pase a más gente.
Recuerdo alguna entrada tuya que se escapaba a esa clasificación rígida que acabo de hacer, y es posible que esa "tercera vía" (mamina, estado intervencionista-demócrata dentro del liberalismo, qué coño estoy diciento...)sea la que más me presta leer.
Si no vengo más por aquí, tengo también oscuras razones... de oscuras nada, es que yo no escribo, y me entra muy mala conciencia, y me pongo triste.
El cuaderno griego, de Ana Vega, está a punto de salir... ¡¡Y voy a presentárselo yo!! ¡¡Qué ilusión!!
Gracias por recomendarme "Longitud", quien me pasó "Los Planetas", lo ha comprado.
No creas que me ha dejado loca de contenta Daba Sovel, pero debe de ser que estoy yo muy tontina.
Me acabo de enterar de que Feynman tocaba el tambor "al estilo indio" en medio del proyecto Manhatann. Supongo que, si viviera ahora, entre burdel y burdel, mezclaría los diagramas con los bongos.
Oye, ¿viste la NASA, esa forma tomatera de anunciar el descubrimiento de una supernova?
Vaya rollos que largo cuando entro por aquí.
Otro besín.
Se me acaba de ocurrir una cosa:
Los culpables de que yo no escriba (entre otras muchas excusas que me pongo) son gentes de una lista de correo en la que se discute sobre filosofía, ciencia, y se hacen chistes verdes. Hace años que me apunté, después de una conferencia de Manuel Toharia, miembro de la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, y es uno de mis entretenimientos favoritos.
Pero bueno, son cosas mías. Se me ocurrió que, dado que te gusta escribir, la filosofía y la ciencia dura, (los chistes verdes graciosos le gustan a todo el mundo), podría comentártelo.
Pásate por la página de ARP-SAPC y me cuentas. En el blog o en el correo. Vamos, si te apetece.
¡Este año, casi, casi, me llevan a cenar con Mario Bunge!
no existe un quitamanchas para el alma, ni nada que haga a unos ojos tristes ser alegres..
golpe duro de realidad para empezar el día...
Tremendo texto.
Leo por ahí algo del gran Manuel Toharia. Sus hijos iba conmigo al cole...Qué cosas.
Claudia
Me gustó, pero la frase final más.
(Lo que no me gustó, pero eso ya es cosa mía, es que se llamara Amador)
éste se lo mandas
al rajoy pa que vaya haciendo orejas.
jodel.
Me ha dejado mal cuerpo, porque sabes como provocar la náusea sin dar tiempo al desahogo del estómago que se paraliza cuando ella sonríe y su madre reconoce en su cuello su olor de niña y en sus ojos lo que no quiere ver.
El texto es duro, porque la vida es más dura todavía y la de los pobres mucho más.
Hay muchos hombres que van de putas y están convencidos de que ellas disfrutan y hasta que las hacen felices. Patético.
Besos.
Me he propuesto no volver a comentar. No estaría a la altura del texto.
Pero como diría el vizconde de Valmont: No puedo evitarlo.
Qué dura es la vida y más dura es la vida de las prostitutas.
Me alegra leerte de nuevo!
acojonante. me ha encantao totalmente
sin palabras...muy bueno
ke putada...joder es tan triste... y tan bueno...
Un saludo!
joder, qué historia...qué real, puta mierda de vida, qué tristeza
...
...
...
yo buscando paz, y encontre este escrito, es increiblemente impactante, me encanto, aunque me hizo sufrir, temer y cuestionar, pero wow... escribes genial, definitivamente te seguire leyendo...
Me despido de la blogosfera amigo por un tiempo. Necesito oxigenar mis ideas. seguire visitandote te tengo en mis favoritos...!
Es bueno, preferiría no haberlo leído.
Un beso, Miriam G.
Es bueno, preferiría no haberlo leído. Al menos hasta que se me quiten estas nauseas.
Un beso, Miriam G.
Hola amigo espero que me visites en mi nuevo sitio! me resisto a la idea de dejar de escribir...si le echas cabeza sabras quien soy y bueno espero tu visita en mi nuevo hogar!
saludos!;)
Meses sin pasar por aquí.... un gustazo volver. Sólo he leído esta entrada y ummm bien rica.
Desde hace meses sólo leo lo que escribo y poco más. Me apetecen cosas sucias, de putas o sexo fácil, de sangre, de droga, de borrachos, de cosas que desecha la sociedad porque parecen sucias pero las consume con gusto. Y así, acabo escribiendo cosas para mí que siempre tienen las mismas palabras y expresiones. Un asco.
Esta entrada.... necesitaba leerla. Busco cosas en plan Bukowski, de un odiador del mundo. Mañana bajo y leo alguna entrada más a ver si hay cosas así, gustosas.
"El ruido que hacen dos cuerpos al amarse..." ¿Es un guiño al verso de Cernuda o un mero plagio?
Gran texto...y lo digo con el estómago aún un poco revuelto de la impresión.
Saludos
txe...
No podía despegar los ojos del texto aunque quisiera...
Realmente triste.
Me gusta lo que haces.
Saludos.
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