Era cierto. Un día cualquiera encendimos el televisor y había ocurrido: un ominoso letrero nos informaba de que la emisión tal y como la conocíamos había acabado y que necesitábamos un aparato de tdt para seguir disfrutando de la tele. Nosotros habíamos esperado el Apagón Analógico y el Advenimiento de la Tdt como se espera a la muerte a diario: haciendo oídos sordos, mirando para otro lado, actuando como si nunca fuera a suceder hasta que, claro, un día, ¡zas!, ya esta aquí.
Enseguida nos hicimos con el nuevo gadget llenos de esperanza: la tdt abría un campo inexplorado a gente como nosotros, que no disfrutaba de canales de pago y todavía vivía constreñida en el estrecho marco de las televisiones gratuitas y en abierto: las públicas, la autonómica y las privadas de toda la vida, seis canales o así. Ahora, de pronto, nos asomábamos al mundo (o el mundo se asomaba a nosotros) por tropecientos canales diferentes de nombres exóticos que aún no identificábamos y que nos hacían sentirnos, un poco, como paletos digitales.
Sin embargo, ¡oh desastre!, no tardamos en descubrir, en nuestra eterna perspicacia, que en aquella excitante maraña de siglas las novedades se encontraban principalmente en canales deportivos, canales para aprender inglés, muchos canales de teletienda, pero sobretodo, ¡oh, horror de los horrores!, multitud de canales carpetovetónicos, celtibéricos y ultramontanos.
Aún ignoro por qué, aunque me lo puedo imaginar, pero la parrilla de la tdt viene escandalosamente trufada de estos canales, léase Libertad Digital, Veo 7, Popular Tv, o (válgame Dios) Intereconomía. Si nos escandalizaba el discurso de Telemadrid, resulta que estos (manque televisión pública), eran unos pardillos comparados con el descaro de estos nuevos canales. Canales de bajo presupuesto en el que les basta un escenario cutre y tres o cuatro tertulianos ultraderechistas y algún sparring apocado y con poca verborrea de signo contrario para montarse un show de 24 horas de propaganda extrema, ladridos y dislates.
Comentando el otro día la jugada con un reputado politólogo, me decía que aunque parezca pintoresco, esto acaba calando entre la población. Decía también que el problema era que los radicales de derechas de la actualidad habían sido extremo izquierdistas en su juventud (léase Federico que retransmite su programa de radio de LD, flipa, y era rogelio), y conocían la importancia del agit prop, la utilización de los medios y, en fin, las ideas al respecto de Antonio Gramsci, que ahora usaban en su beneficio. Y que era algo, ese ataque total y extremista, que en EEUU tampoco les había ido mal, incluso en medio de los desastres de la Administración Bush. Ahí tienen ustedes al Tea Party, facción extremoderechista y peligrosa de amable nombre.
En fin, la cosa puede resumirse en que se emite hasta un canal llamado María Visión, supongo que trasunto televisivo de Radio María, con los contenidos que ustedes pueden imaginar. O en aquel reportaje de Intereconomía, por llamarlo de alguna manera, en el que se arremetía contra el uso del condón en África porque el continente no gozaba de un clima fresco y seco para conservarlos y, además, la manicura de los africanos "dejaba mucho que desear", motivo por el que esos usuarios corrían el riesgo de rasgar los preservativos con las uñas antes de utilizarlos. Un ejemplo de periodismo de calidad al más puro estilo digital terrestre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
18 comentarios:
bua, nada que ver con la sexta o cuatro, ¿eh? Dónde va a parar, que va.
ein?
yo sigo sin TDT, aunque me perece que me queda poco...mi padre viene dos días, y si no puede ver la tele, no sé que va a ser de él.
Pero después de dos meses casi sin tele, puedo decir que puedo vivir sin ella.
saludos caóticos
Eso, que cuatro y la sexta-sus informativos!ay!-no son para nada sectarios. Infornación objetiva y de calidad. El periodismo sesgado se debe criticar sea del color que sea. Como las dictaduras.
estoy de acuerdo, no lo son.
Efectivamente. Hay una gran diferencia entre tener un sesgo ideológico, algo muy difícil, casi imposible de evitar en el periodismo, y la bajeza y el terrorismo dialéctico tan lamentable que practica la derecha más profunda al amparo de esta nueva televisión.
muy bien traido lo de Trapi
Casi imposible evitar un sesgo ideológico en el periodismo. Pero ni siquiera hay que intentar evitarlo. Me hace mucha gracia la gente que dice ser apolítica y no son ermitaños aislados en el monte.
Todos somos políticos. Y por ello los medios lo han de ser también. La diferencia entre un medio con orientación política y otro puramente propagandístico está en el respeto o no a las reglas del discurso democrático.(Y esto lo firma un prototerrorista de ascensor si fe en la democracia).
Madre mia...
intereconomia heredará este pais maltrecho y será grande y PRISA caera al canal 53 de la parrilla ¡¡
Madre mía...
El problema de estos "ex" rojillos es que lo que de verdad les ponía era el agit-prop en sí, no el fin de éste. Haciéndose de derechas les daban ¡por fin! pasta para hacerlo a lo grande.
Las personas normales tienen el problema de conservar un mínimo rastro de decencia. Así que es como luchar con una mano atada a la espalda
Es una vergüenza como se repartieron las licencias de TDT en la Comunidad de Madrid. Y que casi nadie haya dicho nada...
Si hubiera una mínima intención de cumplir aquello de los valores educativo y sociales que se exigen en los pliegos de condiciones a aquellos que quieren optar a una frecuencia de TV, la TDT habría servido para que en toda España se vieran todas las televisiones autonómicas.
Aunque igual eso sería DEMASIADO educativo.
Un día no había nada que me interesara en la tele y la dejé en Intereconomía. Vi el "debate" que estaban teniendo unos 4 minutos, en los que también leí los comentarios que supuestamente mandan los telespectadores vía SMS. Jamás volví a ver esa cadena: si no me gusta, ¿para qué voy a perder el tiempo? Más gente debería hacer lo mismo.
Me llama la atención también la radio. Me gusta ponerla mientras preparo la cena. Y no hay más que fútbol y (disculpen la palabra) mierda. Y así me pasa, que se me atraganta la cena. Que no me alimenta. El caso es que las defensas la radio me las pone en guardia, pero me estoy dando a los complejos vitamínicos para no desfallecer.
A mi me parece estupendo que haya canales fascistoides y carpetovetónicos, que los tertulianos hablen de Gil Robles con ilusión y que Millán Astray aparezca como un gran tipo.
Ya decía el amigo Enzensberger que la manipulación es axiomática.
A mí lo que me da por culo es que de entre treinta y tantos canales predomine la bazofia, que se hayan adjudicado a dedo, que la calidad de los programas sea lamentable, que no haya una coherencia, que no pongan el discovery chanel por la cara, que para ver una película en condiciones tenga que seguir recurriendo a la 2 (y no siempre), que las teletiendas y las teleostias, que los curas y sus muertos, los concursos falsarios y la diatriba permanente....
A mi tambien me invadió la ilusión y pensé que la tele mejoraba... pero no. La tele pública, decía un colega mío que trabaja en A3, acabará siendo para pobres y parados, no tiene futuro.
A pagar tocan.
O a desenchufarse.
Cuánto tiempo sin parar por estos lares, Txe!
veo que sigues escribiendo igual de mal o peor :P
eres fácil y eso me sigue gustando de ti!
el final muy bien hilado: al más puro estilo digital terrestre (cavernícolo).
Siempre tuya, aunque a veces no te lea (eres enlace eterno en mi blog)
Una.
La televisión digital,
si no tienes un tdt fenomenal,
te da igual,
lo mejor incluido en la televisión,
luego cuando lo veas bien,
menuda decepción,
cien por cien,
los que describe Txe,
los otros que no describe Txe,
sigue sin haber otra alternativa,
más positiva,
en esa caja tonta...
Publicar un comentario