martes, enero 11, 2011

La muerte y la doncella



La muerte, que es muy puta y está loca, se presentó ayer a mediodía cuando íbamos mi madre y yo a comer un menú del día y nos encontramos a un anciano fulminado en el suelo de la céntrica plaza de la Escandalera, en Oviedo. La muerte llegó como un calambre y me supo a agua sucia y a metal. Vino una ambulancia y unos policías, el juez no acababa de llegar, el viejo fue poniéndose rígido y morado a la vista de los morbosos transeúntes hasta que le colocaron encima un plástico blanco. Cómo debe ser salir un lunes a comprar el pan a mediodía y palmarla así, de pronto, con la comida caliente en la mesa y el año casi sin usar.

De vuelta del almuerzo mi madre me preguntó que cómo me encontraba con 30 años. Yo le dije que bueno, que las cosas son cada vez menos nuevas y excitantes y le va faltando a uno la ilusión, que cada vez hay más incertidumbres y responsabilidades, sin olvidar la coyuntura socioeconómica que mi generación le ha tocado vivir en un momento tan delicado y decisivo de la vida, pero que bah, que bien. Ella me dijo que me imaginase cómo se encontraba ella que tiene un buen montón de años más, pero que no me preocupase, que la vida no es lineal sino curva y zigzagueante y que, por ejemplo, hace 10 años, cuando yo me fui a Madrid ella conoció un hermoso renacimiento, liberada de mi, con nuevas amistades, aficiones e ilusiones renovadas. Sí, dije yo, mu bien.

Hoy, en la misma plaza de la Escandalera, en mi paseo de por la tarde, vi a una mujer y a su hija, la primera cogida del brazo de la otra. La hija tenía unos 30 años, era guapa, fuerte, muy alta, pelo muy negro, parecía que tenía carácter. La madre era igual de alta y conservaba el resto de belleza que conserva una mujer que ha sido bella y, aunque tenía el pelo ya canoso, parecía conservar, también, una sólida energía de la que había heredado su hija. Ver a una madre y una hija que se parecen mucho, y que conservan esa complicidad solo posible entre una madre y una hija, siempre me ha turbado, pues, más que dos mujeres diferentes, parecen la misma mujer en dos momentos diferentes de su vida. O que una de ellas ha viajado en el tiempo para visitar a su yo pasado o futuro.

La muerte anda rondando. Yo casi muero un par de veces durante las ya pasadas navidades: en Nochevieja me caí subiendo unas escaleras y un par de días después un camión indolente casi nos saca de la autopista a toda hostia. El año 2010 será famoso por toda la gente conocida que la ha espichado. Todo se va muriendo todo el rato, tengan cuidado. Cada vez que alguien se muere se acaba un universo.

Mañana vuelvo a Madrid, antes de que me pase algo malo. Es curioso, las lisérgicas y desastradas calles de la capital se presentan, de pronto, mucho más seguras que las de esta apacible ciudad de provincias que permanece durmiendo la siesta.

(El dibujín de la muerte y la doncella es del amiguete Edward Munch, supongo que basado en el cuarteto de cuerda homónimo de Schubert)

12 comentarios:

Meme dijo...

Me gusta como cada cosa de la que hablas se transforma en algo tan tuyo y tanto de andar por tu casa y por un momento me ha parecido que era yo la muerte, que iba a por ti.
Buen viaje a mi casa :)

Eva Bntz dijo...

"la vida es curva y zigzagueante" a veces va pa trás y otras pa lante. Una espiral lo veo yo, unas veces crees estar arriba y otras abajo, en el vayvén vamos dejando rastro y muertos, cuanto más llevamos viviendo más muertos. Mi Padre murió delante de mi el año pasado. Fue todo tan normal que todavia lo creo vivo reencarnándose por ahí en cualquier personaje de novela. Sin duda.

Clementine dijo...

Y tan cierto.
La muerte está más cerca de lo que creemos. En el bingo de esta ciudad Vetusta el otro día una señora casi se muere. Y asusta. Asusta demasiado.
Me encanta leerte.
Buen viaje a Madrid, Oviedo estará aquí cuando vuelvas, gris, como siempre.

:)

Batiscafo dijo...

Qué gracia, acabo de volver de Madrid, que me fui ayer y volví hoy... tengo que volver dentro de un mes, te aviso y vamos Marco tú y yo a cenar

te parez?

P.D. Cuándo te diste la leche en fin de año? fue cuando nos fuimos del para aguas?


Besos a montones

Txe Peligro dijo...

la muerte es muy de andar por casa. o de no andar en absoluto

Annalisa Marí dijo...

de todas maneras es posible que puedas tomarte con mayor facilidad las medicinas -o lo que sea que te tomes- más fácilmente, decía, en madrid que en vetusta.
aunque todos andamos dando bandazos de un lado para otro, en una isla o en otra y a esta cabrona que anda en bata parece que no hay manera de paliarla.

Jota dijo...

Cada vez que alguien muere, muere un universo.
Exacto, le doy muchas vueltas a todo eso, a todo lo que se va con el que se va.
Un resumen cojonudo.

la chica de las biscotelas dijo...

vaya...

Txe Peligro dijo...

no sé si lo había prreguntado ya, pero qué son biscotelas? son viscoelásticas?

pcbcarp dijo...

Es que la muerte es lo más normal de la vida, qué le vamos a hacer...

Biscotelas... ¿no eran una especie de bizcochos alargados?

Txe Peligro dijo...

Batiscafo: avisa para la comida en Madrid!

4lunesteatro dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=-oZ3CpwTYKY&feature=related
El enamorado y la muerte. Anonimo con música de Joaquín Diaz.
Fijate, esa canción a mi me da buen rollo...jajajja
Coral