jueves, mayo 19, 2011

El Mayo Español


La herencia de las protestas de Mayo del 68 fueron algunos conceptos que, aunque la protesta fracasara en su momento, calaron en la pacata sociedad de la época y fueron impregnando el imaginario colectivo, casi como un cambio de paradigma, hasta el momento actual. En efecto, hoy en día ideas como la libertad individual y sexual, el desprecio del poder, el pensamiento crítico y demás son de dominio público y se utilizan hasta para vender coches y cosméticos. ¿Acaso el porque yo lo valgo de L’Oreal no podría haber sido coreado por algún situacionista en las ardientes barricadas del Quartier Latin? En realidad, el 68 venció, y se tergiversó.

Claro está que los sucesos actuales no son comparables con el Mayo francés: entonces se rozó el colapso del país con la huelga combinada de estudiantes y obreros. Aquellos sí que eran antisistema. Si la cosa falló, dicen algunos de los que saben, es porque los huelguistas no comenzaron a producir en sus fabricas para uso de los sublevados ni se consiguieron formar comités obreros y demás, pero eso es otra historia. El caso es que sí que hay similitudes: “no pararemos hasta que el último capitalista sea ahorcado con las tripas del último burócrata soviético”, decían los sesentayochistas. Renegaban de unos y de otros, del desastre soviético y del capitalismo acomodaticio, aquellos barros que trajeron estos lodos. Por eso a la gente de la época le resultaba tan difícil comprenderlos, porque se salían del marco conceptual establecido. Querían algo nuevo ¡Oh! Igual que ahora, hay muchos a los que les cuesta entender que aquí no hay partidos políticos, ni sindicatos, ni nada semejante, que esto es una mera revuelta popular. Un grano que se había hinchado demasiado durante demasiado tiempo y ahora explota y empieza a supurar. Cuando veo las noticias me deleito imaginando lo que estarán pensando nuestros próceres.

Cuando se habla de democracia real se hace mucho hincapié en la ley D’Hont y el reparto de escaños. Lo que habría que señalar también, y algunos lo hacen, es que la falta de democracia, mirando más allá, se debe a la desaparición de la Política ante el dominio de la Economía, vamos, el neoliberalismo rampante de toda la vida. Los gobiernos elegidos democráticamente, con rostro, se ven doblegados ante los movimientos de los mercados, las juntas de accionistas de las grandes empresas, gente gris y oscura, en despachos grises y oscuros, quién sabe dónde. Un poder difuso, oculto, que maneja los hilos ajeno a la voluntad popular y persiguiendo solo el propio interés: la selva en estado puro. Esa es la falta de democracia, el capital financiero asilvestrado.

Aunque el Mayo Español acabe y acabe mal, ojalá esa desconfianza popular en la clase política y ese impulso a llevar la política al ágora, a la plaza, cale en la sociedad, como ocurrió con la ideas del 68, y permanezca siempre como un incómodo caldo de cultivo para los de siempre. Y que hagan anuncios de rímel.

¡Salud!


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(en la foto mi amiga Jeannette Marie en la Acampada de Sol)

8 comentarios:

Una dijo...

Y así será.

Pcbcarp dijo...

Completamente de acuerdo. Pero, mientras tanto, se están empezando a hacer caca

Absurdo Rutinario dijo...

Cambios.

Nicolás Fabelo dijo...

Dudo mucho que los que detentan el poder económico y financiero en este país se estén haciendo caca con esto. Otra cosa son algunos políticos... Por cierto, ¿por qué se limita la ira a los políticos y no se extiende a las organizaciones empresariales, a los sindicatos mayoritarios, a la gran banca, a los proveedores de telebasura...?

Sergio C. Fanjul (a.k.a. Txe Peligro) dijo...

se extiende a todo eso... de todas formas los políticos son los que tienen que poner orden en este sindiós.

Javier Divisa dijo...

El quid del tema, la esencia la veo en tu penúltimo párrafo, ahí está.

Prisco dijo...

Lo malo del "Mayo del 68" es que todos quieren (queremos o quisimos) vivir uno, una revuelta, una contestación parecida.

Por lo demás, estoy muy acuerdo con los dos últimos párrafos. No me gustan algunos aspectos de todo este movimiento, pero sin duda me alegra que haya mucha más conciencia política de la que se sospechaba.

Sergio C. Fanjul (a.k.a. Txe Peligro) dijo...

Javier y querido Prisco: yo tb pienso que lo que cuento en ese parrafo es lo esencial. Estamos de acuerdo en esto. Nuestro Martini es Rosso.