Recibí la otra tarde la primera carta del banco (Cajastur, casi el último rastro de mi asturianía) que llega a mi nueva dirección. La cogí emocionado y abrí el sobre en el ascensor. Esperaba encontrar algo así:
Querido Txe,
por aquí te echamos de menos. Últimamente no se te ve el pelo y parece que el cielo siempre está cubierto de nubes. A veces llueve levemente y las horas no pasan, miramos a través del cristal y el mundo está congelado. Ojalá vinieras un día de estos para iluminar nuestra jornada con tu sonrisa. Ojalá vinieras y nos contaras todo lo que te pasa por allí, tan lejos, cómo te trata la vida y las cosas raras que te ocurren. Por aquí, como ves, nada pasa. Cuidate mucho Txe, estudia y haz lo que debes, ten cuidado con las noches -que son traicioneras- y abrigate bien: se acerca un invierno duro. Acuerdate un poco de nosotros. Escribe.
Un beso de todo el equipo de tu oficina bancaria.
Pero lo único que había en el sobre era un extracto de mi cuenta donde figuraban todos los desmanes que había cometido con mi dinero durante el mes pasado.
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1 comentario:
Te escribiré un email de amor jejeje ;)
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