viernes, marzo 10, 2006

Gastroenteritis

Hace unos años me resultaba fácil provocarme el vómito, solo había que introducir dos dedos exploradores en las profundidades de la garganta y, a ser posible, delante de un cubo de basura y con el estómago repleto de calimocho. Lo hacíamos para tener más espacio, para poder seguir bebiendo, para dejar de marearnos, para volver a casa y enfrentarnos a mamá- a eso de las 11 de la noche- con buen aspecto. De alguna manera era placentero.

Ayer cuando sentí una bola de fuego en el estómago (no como en la acidez, que te arden los pulmones, esto era fuego en las paredes del estómago) le dije a Ale que hacía mucho que no vomitaba -esto era cierto- y que vomitar molaba -yo lo recordaba así. Así que vomité una vez y me sentí mucho mejor, pensé: todo resuelto, vomitar está bien, es como estornudar, se sufre un poco pero luego se siente uno liberado. Tres horas después había vomitado más de diez veces y había comprobado que no es tan placentero cuando no queda nada que expulsar, cuando te duele todo el tracto digestivo, cuando te tumbas, y estás solo, y en principio bien pero según pasan los minutos vuelves a sentir la necesidad irrefrenable de echar la pota, y te ahogas, y no puedes coger aire y sientes el último resto sólido ascender como por arte de magia por tu esófago (son mágicos los movimientos peristálgicos del esófago) y lo expulsas entre gemidos patéticos y la luz de la lamparita de tu habitación te parece más fúnebre y mortecina que de costumbre, toda la noche agarrado a una bolsa de plástico del Mercadona y teniendo sueños extraños y aciagos.

No coman berberechos frescos.

8 comentarios:

Kha dijo...

ummm... qué agradable mensaje para leer a estas horas
con una cerveza en la mano, y unas cuantas
en el estómago, haciendo de relleno en el
misterioso interior.


berberechos no como, pero gracias.


vomitar es algo traumático en mi caso. La primera
vez q lo hice tenía unos pocos meses,
cuando viajábamos en avión desde Mendoza a alguna
parte de Argentina, y dejé a mi madre mal oliente
en la parte trasera del aparato.

desde entonces, cada viaje ha suponido
un vómito seguro , hasta alcanzar la adolescencia,
donde al alcoholizarme empezaba a
llorar
ante la evidencia del evento.

*

muy buen relato sobre el suceso, caballero.

:P


**

kha, de madrugada tranquila y graciosa

ALOMA69 dijo...

Tal vez no hayan sido los berberechos sino la "pasa" de la barriga.
Vomitar es una experiencia traumática, siempre.

missangria dijo...

Que te mejores, realmente yo conozco pocas cosas físicamente tan traumáticas como el vómito, una dieta a base de arroz hervido y iogures naturales te ayudará.

Txe Peligro dijo...

Gracias a todos por el apoyo y la solidaridad.
Ya estoy mejor, he pasado unos días durmiendo y ya he dejado el arroz hervido y los yogures. Hoy, de hecho, he superado la prueba del bacon con pan. Tal vez me tome una copa tonight.
Por cierto, ¿qué es la "pasa" de la barriga?

ALOMA69 dijo...

La "pasa" de la barriga es una forma coloquial de decir epidemia vírica que afecta el sistema digestivo.

Las Tartitas de Llanetes dijo...

Prueba las nuevas gomitas masticables de almax, que te mejores

Unknown dijo...

Ufff... espero que se reponga. Su post ha sido para mí todo un viaje al pasado.

Anónimo dijo...

más vale ser punky que maricón de playa... y es que ya te cabe tío, que desde que te has hecho clubber te has olvidado de las formas y modales del buen anarcosindicalista. Un abrazo...ah ¿sabes que me han llamado para la tele de Asturias? no hay nada definitivo, pero ahí está