lunes, junio 19, 2006
Conocer gente
Cada noche sus sonrisas corrían a mis labios, aquellos años locos, y luego sus cuerpos se perdían en los laberintos de mi cama irónicamente matrimonial, yo vagaba perdido y confuso entre pieles húmedas, voces tontas y nuevas babas, coños jamón de york y rostros constreñidos de placer, como un marinero rudo y tatuado visitando mujeres exóticas en vez de playas, cada noche tenía su pesca, su botín o su tesoro enterrado escondido en un cofre, y las risas y las promesas que volaban por los aires las iba borrando el amanecer que se filtraba; siempre exigía que leyeran en voz alta uno o dos de mis poemas antes de enredarnos -aún cuando les bailaban las letras y no podían o no entendían- y pensaba que era cruel y megalómano verter mis palabras en sus bocas y oírme hablar en sus blancas voces y eso me gustaba y lo hacía todo más porno. Y la mañana, después de un sueño corto o inexistente, traía la eterna pregunta, cómo te llamas, quién eres tú y, sobretodo, quién yo; se iban y solo dejaban un vaso de café templado bebido con mucha prisa, el estruendo de la puerta cerrándose de un golpe a su espalda, un recuerdo neblinoso y drogotonto y un nuevo número de teléfono apuntado en un papel antes de irse que yo arrojaba invariablemente a la basura desde que aprendí que nunca volvía a llamar o a ser llamado y que los nombres abandonaban con el tiempo a los cuerpos y a las caras. Quedaba eso, el vaso vacío en la mesa de la cocina y mi cuerpo extendido sobre la cama aún caliente, las sábanas revueltas, algún pelo, el aliento a noche pasada y la palabra soledad revoloteando por mi habitación caótica como una mosca: soledad, qué palabra tan grande para un silencio tan perfecto; me acompañaba, la soledad, como a un explorador en busca de un gran amor recién perdido, tratando de reconstruir las ruinas del pasado y pensando que eso, el amor, era un objeto que, cada noche, alguna mujer introducía en mi cama, pero estaba, como siempre, equivocado.
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23 comentarios:
Fantasma
Cielos, la soledad del seductor.
Maravilloso escrito, excitante y triste a la vez.
Y para nada fantasma.
Un saludo!
Demasiada prisa en la lectura como para hacer un buen comentario.
Tan sólo una objeción a una frase. Yo sustituiría "soledad; qué palabra tan grande para un silencio tan perfecto" por "soledad; qué palabra tan pequeña para un silencio tan grande".
Creo que en el contexto de tu escrito se acopla mucho mejor.
¡Ay, estos científicos intelectuales!
Saludos
Qué bonito relato lleno de metáforas y buenas descripciones. Está claro que se te dan de maravilla todos los registros, pero estos me gustan en especial.
;)
Como siempre, cordiales saludos.
este chico, el del relato, está tan perdido que ya ni busca. sigue las pautas de la rutina, se ahoga en la nada, y mientras la vida pasa y las oportunidades se despeñan.
no en ese mismo sentido, pero a veces me siento así, siguiendo bucles que no llegan a ninguna parte, dejando que la vida siga sin vivirla, sin ser consciente de ello.
es una sensacion de desarraigo, de soledad infinita, en un silencio perfecto, porque no hay ninguna voz que te indique, que te consuele, que te acompañe.
CUÁN IDENTIFICADA POR TODO....
soledad?
todos vagamos solos, pero cuando estamos con alguien parece q es mentira
y, efectivamente, es mentira, no estamos acompañados
precioso
precioso de verdad
merece la pena "perder" el tiempo q no tengo para pasarme por aquí
un beso
...clap, clap, clap, clap, clap
no queda sino batirse... pero mejor brindemos antes por este pedazo de realidad que nos ofreces
no es que no llaméis es que se os bloquea el móvil casualmente el día después, lo siento me he dejado llevar por la ira...
Lo bueno es llegar al punto en el q te das cuenta del bucle (para mí es un bucle)Ese día.. empieza una nueva etapa, una nueva búsqueda de sensaciones, de vida.
Pd. Magistral
Mua
el silencio nos abraza, nos rodea... buscas su nombre y no contesta..
¿no es que siempre estamos solos?
Y llegaba la eterna pregunta...como te llamas?cuando no por ella dejarían de ser dos completos desconocidos.
Saludos!
MMM... al leer tu comentario en mi blog y mi interrogante y al llegar a leer este post... que tal si te cobro $25.000 en pesos chilenos (jajaja en broma eh!)
Me daré el tiempo de leer tu blog más seguido, a ver qué más sorpresas encuentro por aquí!.
Soledad! pequeña palabra que nos identifica en gran parte de nuestra existencia.
Besos!
muy buen relato, aunque no parezca esa la peor de las soledades, si es que las hay de varios tipos.
El placer no sabe de ataduras.
Sin palabras! Que bien explicadas ciertas sensaciones...
Tantos cuerpos fugaces, que en eso quedan,,, fugaz.
Un saludito. Voy a cotillearte el blog :D
Cada noche mi sonrisa corria a tus labios, aquellos años locos, y luego mi cuerpo se perdía en los laberintos de tu cama irónicamente matrimonial.Tu vagabas perdido y confuso como un marinero rudo y mis risas y mis promesas no las borraba el amanecer.
No me hizo falta que me exigieras oirte hablar con mi voz blanca y eso me gustaba y lo hacia todo mas porno. Y en las mañanas te preguntabas, kien soy? Me iba y no dejaba un vaso de café templado...No tiraste mi numero a la basura porque aprendiste que yo sí volvería a llamar.
Quedaba eso...mi cuerpo caliente y aquella palabra tan grande para un silencio tan perfecto.
Te acompañaba, la soledad, como a un explorador en busca de un amor recien perdido, tratando de reconstruir las ruinas del pasado y pensando que eso, el amor, era un objeto que, cada noche yo introducía en tu cama, pero estaba, como siempre, equivocada.
buen relato, muy común a muchos.
te sigo...
vaya, muchas gracias a todos.
Un beso y tengan cuidado ahí fuera!
cuidado de qué?
joder nene... pensé qué sólo te habías comportado así conmigo y veo q esta es tu dinámica habitual...qué pena me acabas de dar...veo q no he sido la única chica a la q has decepcionado dentro y fuera de la cama...volver a llamar, para qué? el polvo q tuve contigo fue decepcionante, de oh nena hazmelo tu todo q yo paso esmerarme, fue patético, no crees?me alegra comprobar q escribes mejor q follas, un saludo
wow! pues no se que creer, anonima, porque no se quien eres.
pero no te ofendas. seguro que estuviste fantástica.
saludos
Vaya, vaya...lo que una aprende a estas alturas. Claro que me ha quedado una duda, si dejaban su teléfono...es porque les gustó lo que les hacías leer? mira que eres cruel...no regalarles una copia y tirar su número :-P
Jajajajaajaja, menos bla bla bla y mas tralarí tralará, listillo!
otra decepcionada, anónima, por supuesto.
Ale! a seguir aprendiendo...
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